PRD RUMBO A SU SEGUNDO MANDATO
Entre el 8 y 9 de octubre de 2022, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) logra ante el Tribunal Electoral inscribir 51 MIL nuevo adherentes. Manteniendo, con sus ahora 728,785, una superioridad del 59% sobre su más cercano competidor.
¿Cómo es posible que en cualquier circunstancia, siendo gobierno o no, este partido desde su fundación, tenga tal aceptación? Esta nueva inscripción no tiene excusas por ser el Partido del gobierno, por cuanto ha sido el más duramente golpeado en la historia con una pandemia seguido de la Primera Guerra Económica Mundial. Además, desde el primer día de su gestión es masivamente acusado de corrupción; sin haber cobrado el primer cheque de planilla; acusaciones que, por casos aislados, han sido permanentes. (Leer 'Panamá en la encrucijada 2022Panamá en la encrucijada 2022')
Después de la Invasión de 1989, igual que ahora, se afirmaba de la desaparición del PRD. No obstante, luego de un desastroso gobierno impuesto e inepto de Endara (asfixia la huelga de educadores -su base política de apoyo- más larga de la historia, y entre muchas bellezas, gasta menos del 40% del Presupuesto Nacional), el Partido fundado por Omar surge de entre las cenizas ganando las elecciones presidenciales de 1994.
En 1999 triunfa nuevamente la ineptitud (Alicia en el país de las maravillas) por culpa del divisionismo interno del PRD en una corrida de toros, para coronar la Presidencia en 2004 con Martín.
En los dos casos de la Presidencia del Toro y de Martin, fueron de insuperables calidad de estadistas, sacando al país del desastre en que fue dejado por sus predecesores.
Las elecciones presidenciales posteriores (2009 y 2014) los candidatos del PRD fueron líderes que no supieron interpretar los acontecimientos electorales, demostrado esta afirmación en sus respectivos balances electorales: Quiénes son los Culpables (2009) y Reflexiones para un Debate (2014); únicos con rigurosidad científica.
Gracias a Dios ganamos en el 2019 con Nito Cortizo; y damos las gracias, porque demostramos en varios escritos que comparativamente de no ser así, al que le correspondería dicha designación no hubiese hecho nada mejor que lo sucedido en Ecuador, Brasil o Suecia entre otros, tanto en medio de la pandemia como ahora en esta I Guerra Económica Mundial.
De igual manera, tanto el gobierno del Toro como el de Martín fueron una Bendición para la sociedad panameña. En los tres casos (1994, 2004 y 2019) los críticos furibundos aducen que el General, Porras o Justo Arosemena, pudieron ser mejores. Nosotros señalamos la obligada *comparación* como indispensable factor para lograr conclusiones acertadas; por tanto, el asunto no es quién me gustaría que fuese, sino quién quedó de segundo en el sufragio y que podría llenar mejores expectativas nacionales, sabemos que no.
La primera reflexión surgida es: algo debe estar haciendo bien este gobierno, en estas desastrosas circunstancias someramente presentadas, al mantener su Partido PRD esta alta taza de convocatoria. Sin la más mínima equivocación, al comparar este gobierno con la gestión de nuestros vecinos del sur (con excepción de Venezuela) se demuestra lo acertado que ha sido; y ahí están los resultados.
Ciertamente he sido y soy un crítico permanente del papel neoliberal que representamos en contraposición a la histórica gestión de la Revolución Torrijista; gestión esta que es parte importante de esa convocatoria. Los cientos de miles de inscritos sueñan con la reencarnación del General y su revolución.
Lo cierto es que con estos 51 MIL nuevos adherentes evidencian que las pérdidas a la Presidencia de la República no fueron por la falta de músculos, en tanto siempre hemos arrasado en las candidaturas a Representantes, Alcaldes y Diputados; aún a pesar de las deserciones por traición o por desilusión, demostrando la fortaleza de las esperanzas torrijistas, patrióticas y soberanas de la población panameña y su consecuente participación en la membresía del PRD.
En la dinámica que sea, los hechos y sus detalles confirman que el PRD ha podido ganar todas las elecciones presidenciales, y hemos perdido cada vez que hubo fuertes divisiones internas. En 1999 en un solo mes de 28 días, el Toro vacío sus intestinos para entregarle todas las armas a Alicia; y en las otras dos elecciones pérdidas de 2009 y 2014, los candidatos asignados no fueron capaces de liderizar un Estado Mayor con lo mejor del repertorio, tal como lo hiciese el Toro y Martin.
Demostramos en Pararrayos, que el triunfo de Nito en 2019 fue el producto de una acumulación y liderazgo personal sin precedentes, lo cual le permitió navegar con su fortaleza histórica en medio de la tormenta hasta el día del sufragio; cinco días más, y el barco hubiese naufragado; no existió en este caso un comando estratégico experimentado en conspiración de alto impacto.
Hoy, una vez más los músculos del PRD se muestran poderosos; no es cierto que los gringos optarán por su propuesta, sea cual sea; demostrado en la campaña donde defenestran a su pupilo siendo el candidato...
Hemos tenido y tenemos hoy todo lo necesario para reelegir un gobierno desde la fuerza electoral del PRD, pero para eso el futuro aspirante necesita armar un Comando Estratégico diverso en las distintas tendencias político-ideológico que existen en el Partido con las variantes de opinión con respecto al Torrijismo, sin intenciones de resolver el 'qué hay pa mi'; en donde los intereses fundamentales deben estar medidos con el barómetro de las necesidades del pueblo, tal como lo está haciendo Nito en sus continuas giras.
🚀Torrijos ayer, Torrijos hoy, Torrijos siempre✍🏽
11 de Octubre de 2022
Moisés Pinzón Martínez
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