con
respecto a la participación en la campaña del FAD,
Panamá 2019.
Opinión
¿Cuál es esa teoría?
Hay que definir si se
refiere a la “Teoría de la Revolución Panameña” determinada por el VI Congreso
y su preámbulo del VI Pleno; además de los documentos que a lo mejor han sido
creados que la desarrollan. Habría que definir los objetivos generales de los
inmediatos, en cuanto a ella. En tal caso hay que colocar esos documentos en un
blog o buscar la forma de facilitarlos para que sean conocidos; dado que
escucho con frecuencia que los citan pero sin claridad de su contenido; ni que
escribir, dudo mucho que la juventud dirigente tenga idea de que se trata;
aunque sospecho que ni les interesa. Personalmente conozco a un delegado de ese
congreso que todo indica que se le olvidó o nunca se enteró de que se trataba.
¿Cuáles esfuerzos?
Si no se tienen CANDIDATOS en diferentes niveles de
representante y diputados, simplemente ese esfuerzo será canalizado al discurso
enmarañado de algunos sectores del FAD
(que son los que controlan los detalles). Discurso de ellos, que en nada podrán
convertirse en aglutinadores de gran masa de votos ni mucho menos educar en la
teoría revolucionaria; muy por el contrario, la DISTORCIONAN. En tal caso el
esfuerzo debe ir dirigido a realizar un gran debate sobre los temas que tienen
confundidos este importante sector revolucionario y que los coloca en
posiciones enfrentadas a las mayoría de las masas populares.
Veamos un pequeño ejemplo: ¿Cómo puede llegar su discurso
anti neoliberal, anti corrupción, etc., si cuando tocan el tema de Torrijos y
lo sucedido en el periodo de la Revolución de Liberación Nacional Torrijista
sus argumentos no corresponden a lo que la gran mayoría de las masas populares
ven, siente, perciben, de lo que fue la realidad. Incluso es la misma
historia que abiertamente promueven la
burguesía reaccionaria, y solapadamente la burguesía liberal enquistada en el
PRD. El tema de la invasión es otro, que por diplomacia me lo reservo. (Al buen
entendedor pocas palabras)
Ojala, los dirigentes del FAD lean calmadanente este
documento muy corto, me imagino que llegarán hasta la cuarta línea y en medio
de una ira creciente, no seguirán. (Sobre otros temas ya me ha sucedido con
dirigentes de otras Centrales Sindicales… que cuando se sintió aludido, se le
nublo el entendimiento y luego desconoció todo el conjunto de multitud de
argumentos totalmente sustentados con cualquier cantidad de ejemplos.) Sin
tomar en cuenta que respetuosamente pienso que son una fuerza revolucionaria de
gran importancia futura, pero para que puedan cumplir ese papel debe haber
crítica y autocrítica no de palabras sino en la práctica, en los documentos que
se escriban, en los discursos, en fin reingeniería total; lo contrario es
contra-revolucionarios, dado que “ser comunista”, decía Changmarin, “es negarse
a uno mismo todos los días”.
Será el voto un fantasma
Las masas populares, como expresaba Cesar de León, votarán
por ellos en la medida en que entienden que les defienden muy bien sus
intereses laborales; pero no así, en medio de un proceso electoral de cara a
los cargos públicos que implican otras reglas,
motivaciones, conductas y expectativas. Tal cual sucediera con el
SUNTRAC, (o en otras experiencias pasadas del Partido del Pueblo) el que tiene
80 mil afiliados (muy disciplinados, demostrado maravillosamente -con orgullo
lo manifiesto- en la última huelga); sin embargo, en las elecciones
presidenciales pasadas solo obtuvieron 10 mil votos, y una buena parte de ellos
no eran afiliados a su sindicato base.
Las elecciones no van a resolver la crisis porque la
dirigencia revolucionaria está muy dispersa y falta de una organización fuerte
y con una clara visión de la ‘teoría de la revolución panameña’, que pueda
dirigir y orientar los esfuerzos de todos en un solo haz de voluntades. Ni que
decir, que las principales fuerzas progresistas, democráticas y revolucionarias
del país (muy desorientadas) esta enquistada en el PRD. No obstante, la
organización histórica que debía cumplir este papel y que en su momento fue la
principal orientadora del periodo de la Revolución Torrijista, aparentemente perdió el sur. Ella, teniendo
todos los documentos necesarios (más las experiencias del pasado) para definir
claras líneas de acción, carecen de un liderazgo maduro y altamente preparado
en el conocimiento del Socialismo Científico y de la teoría de la Revolución
Panameña (curiosamente creada por esa misma organización).
Las elecciones éstas no van a resolver la crisis, pero la
vía para resolverla es totalmente electoral; el desarrollo revolucionario del
nuevo medio de producción del socialismo, así lo ha impuesto; siendo Hugo
Chávez el primero que lo demuestra en el mundo. No solo eso, sino que la
sociedad mundial está preparada (todos los días madura en forma agigantada) para dar el salto
revolucionario desde un escenario electoral…
esto se ha demostrado en Méjico y por un poquito en
Colombia,(independientemente que su candidato está demostrando con sus
declaraciones sobre Venezuela, ser de los oportunistas desde la época del M19;
tema claramente desarrollado en el libro Es Inevitable).
Es importante anotar la importancia de lo sucedido en estos
dos países porque son donde el imperio ha construido una poderosa y sólida
alianza entre el Narco, los paras, el
ejército y la burocracia estatal, para controlarlos sostenidamente en el
tiempo; la realidad revolucionaria de las masa (producto del impacto
transformador y demoledor del medio de producción socialista) acaba de decirle
al imperio y al mundo reaccionario que sus días están súper contados. Méjico,
ganando ampliamente la Presidencia con AMLO y en contra de todos los más
virtuosos expertos en tecnología viciosa; y en Colombia obtienen el candidato
que representa la decencia (por lo menos publicitariamente, que es lo que
cuenta) 8 millones de votos.
Ni que decir, sobre los sucesos de la gran marcha de inmigrantes
hondureños y centroamericanos; y últimamente en Francia con las protestas de
los chalecos amarillos, los que no se podrán canalizar electoralmente porque
igual que las insurrecciones de Argentina de 2002, no existen en esos dos
países ninguna organización revolucionaria con la madurez ideológica necesaria
para canalizar la incontenible fuerza electoral que generan.
Anécdota: Estando en la Escuela Superior del Konsomol en
1983, me reunía constantemente con la delegación argentina, y en una ocasión les
expresé que ellos debería participar en el peronismo (o algo así); a lo que me
contestaron que no eran oportunistas. Me callé, pero me indicó la respuesta que
carecían de una visión política revolucionaria; entendí que eran como decía
Cesar de León, un club social donde se manejaba un perfecto conocimiento del
marxismo pero no sabían cómo se come eso. Todo indica (en la distancia) que
hasta el sol de hoy, siguen siendo eso, un enorme, extendido y a lo mejor muy
poderoso club social.
No se puede dejar por alto que Haddad promoviendo la más feroz campaña antifascista que se haya
podido ver en ese enorme país, obtiene 48 millones de votos (será que tengo que
explicar qué significa esto). No obstante, el agujero en que se metieron, se lo
buscaron por abandonar puntualmente las experiencias que el estudio de las
teorías revolucionarias brindan; entre lo más importante fue el no incentivar
las movilizaciones de las masas, la más fenomenal
arma secreta del movimiento popular. Y tampoco le pararon bolas al ensayo Consciencia Universal Y Lucha de Clases, el que se los estuve enviando desde hace más de un año antes de las elecciones; ahora aparece que se dieron cuento que perdieron por una campaña básicamente utilizando el sistema de wassap.
A manera de epílogo
Desde ese escenario que se expone en el texto (no alianza,
sino participar en la propuesta del FAD), pienso que más que acercarse a las
fuerzas patrióticas, progresistas,
democráticas y revolucionarias que existen en el PRD-Torrijista, que son las
más fuertes del país, pero que están dispersas y sin liderazgos claros y
definidos, será todo lo contrario. A menos que el objetivo sea como escribí
arriba: generar un debate con las fuerzas del FAD, que no dejan de ser muy
importantes hoy; debate en todos los planos, tanto abiertamente en forma muy
diplomática, como en la intimidad de las conversaciones afectivas entre
compañeros, camaradas y amigos.
Llegar a un entendimiento con el FAD sin aprovechar esa
coyuntura para realizar esta tarea, es perder el tiempo en juegos de monopolio
o de ajedrez sin ningún resultado trascendental. Ellos de por si, tienen que estar muy
preocupados porque esta vez son 16 mil votos que se necesitan para que no
desaparezca el Partido (muchísimo menos que el periodo anterior) pero siguen
siendo 6 mil más que los votos que ya obtuvieron; siendo esta cifra la base
para cualquier análisis de la realidad, si se quiere ser científicos.
El principal objetivo en estas elecciones y después de ellas
debería ser reestructurar la dirección del Partido del Pueblo o crear una nueva
organización que pueda conjugar el entendimiento del Socialismo Científico con
el rescate de la Teoría de la Revolución Panameña de cara a iniciar un proceso
de ubicación, concentración, reasignación de tareas, reeducación, etc. de la
masa de revolucionarios que hay en el país (que crece espontáneamente como
producto de la acción del nuevo medio de producción socialista); que incluso
existen en los partidos completamente burgueses dado que su base de sustentación
no son los 8 dueños del país y que son los verdadero burgueses, sino una masa
de miles de pequeños propietarios, profesionales y trabajadores diversos que
distan mucho de poder dejar de ser unos explotados por el capitalismo salvaje;
esto implica también ubicar los aliados a la revolución que se sorprenderán lo
abundantes que son.
Estos detalles expuestos aquí no son el producto de mi
enorme genialidad, que nunca la he tenido, sino el producto de lo que aprendí
de las maduras fuerzas torrijistas que actuaban en su época de gloria y que
además de todo lo aprendí en la práctica misma de su ejecución en la feroz
lucha de clases que existía antes de la firma de los Tratados Torrijos-Carter.
Y que hoy parece que lo han olvidado por completo. Incluso cuando se menciona
Estrategias y tácticas parecen ser más términos de relleno de un cliché que un
entendimiento profundo de lo que significa.
Vivimos una época donde la juventud dirigente está segura
que con los dos manuales que se han leído ya no necesitan saber más, y no les interesa para nada elevar el
conocimiento sobre las teorías revolucionarias,
sostenidamente.
Saludos, 4 de enero de 2019
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