El petroleo bajo de precio

«LA MISIÓN DE UN DIRIGENTE ES SER IMPRESCINDIBLE POR EL MENOR TIEMPO POSIBLE.» General Omar Torrijos Herrera.
Hoy Sábado 13 de junio de 2015, a las 8:45 p.m. , luego de 5 meses de tenaz constancia, logramos recibir la visita número 100,000. El 12 de agosto (2 meses) logramos la visita número 200,000. El 21 de septiembre logramos la vista No.300,000. Gracias---Dejaré esta información por un asunto histórico.
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martes, 12 de febrero de 2013

Moisés Pinzón Martínez: En busca del origen del universo


EN BUSCA DEL ORIGEN DEL UNIVERSO
Descubra el argumento simple conque se desmonta la millonaria mentira del Big Bang
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Por: Moisés Pinzón Martínez
Además es la introducción del ENSAYO-POÉTICO METEMPSICOSIS (Ensayo-poético)


El universo puso a disposición de nosotros su alma y la más amplia gama de elementos para crear un sistema complejo e integral, en un minúsculo punto de su inmensa geografía. La Tierra, y los posibles homólogos desconocidos, es el más imbricado conjunto de fenómenos creados por la naturaleza. En el “sin tiempo”, este ensayo ha sido o es el intento número cinco..., o el diez, o el cien mil. Seguramente algunos han tenido o tienen el mismo éxito o mayor que el nuestro; y probablemente algunos, o todos, en su fase final de entendimiento, se destruyeron porque sus grupos inteligentes no encontraron el equilibrio o porque les aterrizó impronto un cometa sin que hubiesen colonizado el espacio aún.

En un lapso imperceptible, la raza humana ha dado categoría al experimento “sistema solar”. En ese tiempo vemos dos grandes fases: La del equilibrio natural y la de la búsqueda del equilibrio social. La primera fase se refiere a las leyes que determinan los eventos, como un gran laboratorio sin científicos; en donde los acontecimientos son casuales, dependiendo del tiempo de incidencia y de la acumulación de factores.

Cual meteorito que violentamente se estrella en un ecosistema y lo transforma radicalmente, el ser humano, al aprender el arte de la agricultura, drásticamente va cambiando y transformando las reglas a su manera y su necesidad. Surge un nuevo factor, que son las “leyes sociales”, que activan un nuevo proceso de ajustes estructurales en busca de un equilibrio social; en confrontación con sus propios gestores, y entre estas leyes y las leyes naturales. Siendo ésta la segunda fase.

La infinitud del tiempo si puede ser digerida, pero la del espacio no. Esta última se ha convertido en el único enigma que, según las tesis de Santo Tomás de Aquino, dan pie a la comprobación de la existencia de Dios.

Porque exista o porque no, la creencia en Él, no obstante, ha sido determinante en la cohesión de los grupos humanos; por lo que hoy vamos descubriendo, uno tras otro, los más escondidos misterios de la existencia. Pero las concepciones y las prácticas religiosas necesariamente tienen que transformarse como ha ocurrido en todas las épocas.

Dios es la naturaleza en equilibrio y la búsqueda del equilibrio es la búsqueda de Dios. Las iglesias que no reorienten sus métodos, conducta militante y adecuen sus planteamientos, desaparecerán. En los libros Sagrados de las principales religiones del mundo hay suficiente material para justificar este entendimiento; si es que no se están refiriendo a ello y no lo hemos percatado. 
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Washington Uranga: Renuncia del Benedicto XVI

¿Sólo falta de fuerzas?
Por Washington Uranga

En el documento de su sorpresiva renuncia Benedicto XVI afirmó que “he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”. Pero más adelante, en el breve texto que comunicó a los cardenales y a la sociedad, sostuvo también que “en el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que en los últimos meses ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado”. Hasta aquí parte de la escueta declaración que incluye el anuncio de la dimisión de Jozef Ratzinger al pontificado católico. Pero ¿cuáles son todas las razones y motivos de la renuncia?

En primer lugar hay que dar por cierta la afirmación del Papa. El mismo lo había adelantado en algunas declaraciones públicas y reportajes. En una entrevista concedida a Peter Seewald y publicada en un libro señaló que “cuando un Papa alcanza la clara conciencia de no estar bien física y espiritualmente para llevar adelante el encargo confiado, entonces tiene derecho en algunas circunstancias también el deber de dimitir”. Así lo hizo, siguiendo lo que establece el Derecho Canónico (la Constitución eclesiástica) en el canon 332, 2: “Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie”.
Benedicto XVI renunció, es un hecho, y desde el 28 de febrero la Iglesia Católica entrará en situación de “sede vacante”, es decir, en disposición de elegir un nuevo pontífice.

Ratzinger sintió que sus fuerzas flaquearon. ¿Sólo por sus 85 años y problemas de salud? Apenas en parte. Es imposible saber cuáles son todas las razones que pasaron por la cabeza del Papa para empujarlo a tomar una decisión tan inédita en la Iglesia Católica que hay que remontarse a 1515, la dimisión de Gregorio XII (Angelo Correr) para encontrar el dato más reciente de una renuncia al papado. Pero se pueden señalar algunos de los motivos que podrían haber influido en la determinación tomada ahora por Ratzinger.

Quienes frecuentan los pasillos vaticanos reconocen que a Benedicto XVI lo afectaron muy seriamente todas las intrigas de poder generadas en la curia romana y que tuvieron su exteriorización en los llamados “vatileaks” a través de las filtraciones del mayordomo papal Paolo Gabrieli. Vale recordar que esas filtraciones involucraron al propio secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, segundo en la jerarquía romana, como uno de los posibles conspiradores contra Benedicto XVI. Poco antes, el cardenal Carlo María Viganó, hoy nuncio (embajador) en Estados Unidos, había escrito al Papa denunciando casos de corrupción en el Governatorato (la administración del Vaticano) donde entonces se desempeñaba. Viganó fue removido y enviado a Estados Unidos, lejos de Roma. El cardenal colombiano Darío Castrillón también le escribió al Papa una carta confidencial y en idioma alemán revelando que Paolo Romero, cardenal de Sicilia, había comentado en un viaje a China que “el Papa morirá en 12 meses”. La lucha por el poder en el Vaticano, a la que en otros tiempos tampoco fue ajeno el cardenal Ratzinger, llegó a niveles que probablemente el Papa mismo no sospechó, o en algún momento pensó que podría controlar.

El Vaticano enfrenta además un grave problema económico-financiero y también han surgido datos respecto de operaciones poco claras del IOR, el banco vaticano. Sumado a lo anterior, uno de los principales financiadores de la Santa Sede, la Iglesia Católica en Estados Unidos, vive una enorme crisis a raíz de las comprobaciones de casos de pedofilia y del encubrimiento de las autoridades eclesiásticas a los curas pedófilos. El cardenal de Los Angeles, Roger Mahony (77 años), fue destituido de su cargo y le fue prohibida toda actividad pública después de que la Iglesia se viera obligada por una orden judicial a entregar sus archivos con datos de 124 curas acusados de abusos sexuales a niños y jóvenes. En el 2007 la Iglesia había llegado a un acuerdo con más de 500 víctimas por 660 millones de dólares, pretendiendo de esta manera tapar el escándalo.

Los casos de pedofilia en todo el mundo afectaron fuertemente la credibilidad de la Iglesia Católica, y en el caso particular de los Estados Unidos terminaron también golpeando las finanzas de la estructura católica.

A lo anterior habría que sumar aquello que Benedicto XVI menciona en su renuncia como “rápidas transformaciones” y “cuestiones de gran relieve para la vida de la fe”. Aunque tampoco el Papa aclaró a qué se refiere, no es difícil concluir que entre ellas está la pérdida de autoridad moral y ética de la Iglesia Católica, la disminución de su incidencia en la vida política, social y cultural y en la actuación privada de las personas, los nuevos modelos de familia que surgen en el mundo y que hasta ahora el catolicismo se niega a reconocer, nuevas concepciones acerca de la moral sexual y los avances en bioética, para mencionar tan sólo algunos. Todo esto representa desafíos a los cuales Benedicto XVI, desde su visión conservadora del mundo, no pudo, no supo o no quiso dar respuestas.

Hacia el interior de la Iglesia, además de las disputas de poder y los escándalos ya mencionados, hay que consignar también la pérdida de vocaciones sacerdotales y religiosas, mientras se mantienen férreamente restricciones al ingreso de las mujeres al sacerdocio y se reafirma como obligatorio el celibato para acceder al ministerio consagrado. A esto habría que acrecentar también graves críticas provenientes de muchas iglesias de base respecto de la forma en que se ejerce la autoridad en la Iglesia, la necesidad de “democratizar” el poder eclesiástico por lo menos volviendo a una idea de colegialidad propuesta por el Concilio Vaticano II y paulinamente abandonada primero por Juan Pablo II y luego por Benedicto XVI. Son muchos los que hoy reclaman en la Iglesia la necesidad de retomar el camino trazado hace cincuenta años por el Vaticano II, el Concilio que a instancias del papa Juan XXIII, seguido luego por su sucesor Pablo VI, inició un camino de apertura de las ventanas de la Iglesia de cara a un diálogo que se intentó entonces fecundo y revitalizador con la sociedad.

Por último, habría que decir que en el escenario también se pueden mencionar los cambios que se vienen produciendo en cuanto al número de fieles de las diferentes religiones en el mundo. A pesar de dificultades existentes para tener estadísticas precisas, según el Atlas de las Religiones (2009) los católicos representan hoy el 17,4 por ciento de la población mundial, cada vez más debajo de los mulsulmanes (19,8 por ciento). A eso hay que sumarle que de las filas católicas se desgranan día a día de fieles que pasan a comunidades cristianas pertenecientes a iglesias o comunidades mayores.

No hubo una sola razón para la renuncia de Benedicto XVI. Y las aquí expuestas seguramente no son las únicas.

(Cortesía de Nils Castro)
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domingo, 10 de febrero de 2013

Un reto para la élite empresarial: Ángel Pascual-Ramsay


Un reto para la élite empresarial

El País 5 FEB 2013, -cortesía de Nils Castro-

Sin cambiar los hábitos corporativistas y rentistas de una parte del empresariado no saldremos de la crisis. Hacen falta líderes que rompan el mercantilismo plutocrático en el que estamos inmersos

Ángel Pascual-Ramsay *

Entre el ruido y la furia antipolítica que enturbia hoy la conversación pública española, un hecho esencial parece haber quedado olvidado: fue el sector privado, no el público, el que causó la crisis. La actuación de nuestros políticos ha sido sin duda inadecuada, pero fue determinada élite empresarial y financiera la que, con sus decisiones privadas de inversión y abuso del crédito, llevó al país al borde de la quiebra. No se trata de culpabilizar, sino de hacer un diagnóstico acertado de las causas de la crisis para así poder superarla y no volver a repetirla. Las indudables limitaciones de nuestras instituciones públicas y Administración no eximen de su responsabilidad a determinada élite empresarial de haber construido un modelo económico con pies de barro incapaz de hacer frente a la crisis internacional.

Sin embargo, corremos el riesgo de enterrar esta realidad bajo el discurso fácil del victimismo y la demonización de la clase política. Sería un grave error, pues nuestro problema no es solo la corrupción, que también, sino aún más la falta de crecimiento económico, consecuencia en buena medida de la incapacidad de nuestra élite económica, tras 30 años de democracia y economía de mercado y con el viento a favor durante una buena parte de ese periodo, de crear una estructura económica dinámica, innovadora y competitiva, capaz de generar crecimiento y empleo de calidad.

Al bajar la marea de los excesos, la supuesta excelencia se revela a veces como producto del crédito fácil, el corporativismo rentista e incluso actuaciones delictivas. Un modelo que en muchos de sus sectores está dominado por un establishment corporativo que, en connivencia con los poderes públicos, conforma una oligarquía público / privada que tiene cooptado el sistema en su beneficio y bloqueada la energía creativa del país; un mercantilismo plutocrático, en concepto del filósofo Roberto Unger, y que Andrés Ortega y yo mismo hemos desarrollado en nuestro libro ¿Qué nos ha pasado? El fallo de un país. Las víctimas de este sistema no son solo consumidores que pagan precios abusivos y asalariados precarizados por un empresariado que prefiere contratos de seis meses a invertir en sus empleados, sino también la mayoría de empresarios, autónomos y pymes que, como Sísifo, luchan inútilmente por salir adelante en un sistema sin verdadera igualdad de oportunidades.


Cierta élite ha metido a los ciudadanos en corralitos, desde las preferentes al inmobiliario
La narrativa dominante es, paradójicamente, la contraria. La de una élite empresarial y unas multinacionales dinámicas lastradas por la política. Como argumento exculpatorio puede ser válido; como descripción de la realidad, no. Efectivamente, en España ha habido una extracción de rentas, pero los extractores han sido principalmente cierta élite empresarial y financiera que ha metido a los españoles en sucesivos corralitos, desde las preferentes hasta el inmobiliario. En su Ideology and real politics, el filósofo Raymond Geuss desarrolla su teoría de la distracción como ideología, de la que la conversación pública en España es hoy un buen ejemplo. Mientras se hable solo de la corrupción y la clase política, con los movimientos sociales y medios de comunicación como inconscientes aliados, no pondremos el foco en lo más necesario: la transformación de nuestro modelo productivo y la necesidad para ello de un cambio en los hábitos de parte de nuestra élite empresarial y financiera. Como evidencia, basta recordar algunos rasgos de nuestro sector privado cuando estalló la crisis y que llevaron a un modelo de crecimiento insostenible:

—Alto endeudamiento. En el origen de la crisis está el endeudamiento privado, incluido el empresarial, no el público; en 2007, la deuda pública era de un 36% del PIB; la privada, del 200%.

—Deterioro de la competitividad. A pesar de que las élites económicas conservadoras lograron imponer una falsa narrativa que responsabilizaba de nuestra pérdida de competitividad a la subida de salarios por encima de la productividad, la principal causa fueron los márgenes de beneficio empresariales, cuya contribución al diferencial de inflación con la zona euro durante el último ciclo de crecimiento fue casi el triple que la de los salarios.

—Ausencia de competencia. La principal causa de estos altos márgenes de beneficios fue la escasa competencia en muchos de los mercados de productos y servicios, dominados por unas pocas grandes empresas que erigen, en connivencia con los poderes públicos, injustificables barreras a la competencia que dificulta la reducción de precios.

—Poca innovación. Pese a excepcionales historias de éxito, el sector privado español no innova al ritmo que sus competidores. En 2007, al comienzo de la crisis, el gasto de las empresas españolas en I+D+i era de tan solo un 61% de la media de la UE27. Mientras que el gasto público era tan solo un 19% menor que la media de la OCDE, el privado era un 67% menor. Las empresas coreanas invierten en I+D+i cuatro veces más; las alemanas, el triple, y las francesas, el doble, a pesar de que España es el país europeo con más subvenciones a la I+D+i.

—Insuficiente inversión en capital humano, debido a una cultura que, aprovechando la amplia bolsa de desempleados, ni invierte en la formación ni motiva a los trabajadores compartiendo con ellos los buenos resultados. La forma en la que la reforma laboral está siendo usada, no como herramienta de flexibilidad salarial interna, sino como mecanismo de despido, vuelve a dar cuenta de esta visión cortoplacista.
La regeneración de España necesita de un grupo patriota de dirigentes empresariales

—Irresponsabilidad fiscal. El 71% de la evasión fiscal que se da en nuestro país es imputable a grandes corporaciones y fortunas. Pese a las continuas referencias a que el tipo de impuesto de sociedades es de los más altos de Europa, la realidad es que el tipo efectivo de las grandes empresas, después de deducciones, es de los más bajos.

—Débil gobernanza corporativa. Los consejeros de las grandes empresas españolas son los mejor pagados después de los suizos, algo que solo se explica por su falta de independencia y permisividad ante actitudes abusivas por parte de sus ejecutivos, en lugar de imponer rendición de cuentas o defender los derechos de los accionistas. En todos los países del mundo pasan cosas, pero en España, cuando pasan, no pasa nada.
En muchos de estos aspectos, el Estado tiene, por supuesto, parte de responsabilidad; por ejemplo, con un sistema fiscal que canalizaba el ahorro hacia sectores de baja productividad o un mercado laboral dual que no incentiva la formación. Como también la tienen los sindicatos, por su falta de modernización y su aquiescencia, incluso pertenencia, a ese mercantilismo plutocrático que protege a los insiders y abandona a los que no tienen la suerte de estar dentro. Las instituciones son sin duda determinantes, pero no son solo resultado de la acción política, sino también de la actuación de los agentes privados. Resulta surrealista pretender que los agentes empresariales no tengan nada que ver con nuestros bajos niveles de productividad, inversión o formación, o la corrupción. Hay países, como Italia, donde un sistema político disfuncional no ha impedido a las élites empresariales construir un sistema productivo dinámico.
La élite empresarial responsable puede reaccionar de dos formas: seguir refugiándose en el victimismo o hacer frente a sus carencias y superarlas. Sin lo segundo, España no saldrá de la crisis. Pero para lograrlo hace falta un cambio de cultura. En la persuasiva teoría del liderazgo de Ronald Heifetz, liderar consiste en la capacidad de movilizar a un colectivo para superar la contradicción entre lo que dice ser, o quiere ser, y lo que realmente es. Hoy, en España, una parte de la élite empresarial dice ser una cosa, pero es otra muy distinta; reclama una España competitiva e innovadora, pero sus comportamientos de inversión, formación, fiscalidad, corrupción o competencia van en dirección contraria. Catalizar ese reto adaptativo es la mejor contribución que puede y debe hacer un grupo comprometido y verdaderamente patriota de líderes empresariales a la necesaria regeneración del país. España necesita que los verdaderos empresarios, la mayoría, tomen el mando.
* Ángel Pascual-Ramsay es director de Global Risks de ESADEgeo.

miércoles, 30 de enero de 2013

Es un trabajo de cincelar

ES UN TRABAJO DE CINCELAR.

Les transcribo un pequeño párrafo del Prólogo escrito por Juan Varela, miembro de la  Academia  Española de la Lengua (España) hace un siglo, sobre la obra poética  Azul de Ruben Darío.

"En el libro hay Cuentos en prosa y seis composiciones en verso.  En los cuentos y en las poesías todo está cincelado, burilado, hecho para que dure, con primor y esmero, como pudiera haberlo hecho Flaubert, o el parnasiano más atildado. Y, sin embargo, no se nota el esfuerzo ni el trabajo de la lima, ni la fatiga del rebuscador;  todo parece espontaneo y fácil y escrito al correr de la pluma, sin mengua de la concisión, de la precisión y de la extremada elegancia. Hasta las rarezas extravagantes y salidas de tono, que a mí me chocan, pero que acaso agraden en general, están hechas adrede. Todo en el librito está meditado y criticado por el autor, sin que su crítica previa o simultánea de la creación perjudique al brio apasionado y a la inspiración del que crea.
    Si se me preguntase qué enseña su libro de usted y de qué trata, respondería yo sin vacilar]: no enseña nada, y trata de nada y de todo. Es obra de artista, obra de pasatiempo, de mera imaginación. ¿Qué enseña o de qué tratan un dije, un camafeo, un esmalte, una pintura o una linda copa esculpida?"

Si observan con cuidado Varela dice: "...no se nota el esfuerzo..." y en la siguiente línea dice "...todo parece..." Esto indica que el prologuista no niega ninguna de esas categoría, pero asegura la fineza del acto...




viernes, 25 de enero de 2013

Gabriel García Márquez, "Vivir para contarlo"

Gabriel García Márquez, Vivir para Contarlo, 
pag. 543-545 -  Sobre la HOJARASCA -


Para que vean lo supremamente difícil que ha sido, es y será, lograr coronar en la actividad humana más exigente que existe. Y en la mayoría de los casos pasas a la otra vida seguro de lo que se ha realizado, pero sin el reconocimiento debido. Y pienso, que todos murieron con una sonrisa en los labios, seguros que asaltaron el cielo.

García Márquez:
"Por esos mismos días, y sin ninguna relación con el concurso, me cayó en la oficina don Samuel Lisman Baum, agregado cultural de la embajada de Israel, quien acababa de inaugurar una empresa editorial con un libro de poemas del maestro León de Greiff: Fárrago Quinto Mamotreto. La edición era presentable y las noticias sobre Lisman Baum eran buenas. Así que le dí una copia muy remendada de LA HOJARASCA y lo despaché a las volandas con el compromiso de hablar después. Sobre todo de plata, que al final -por cierto- fue de lo único que nunca hablamos. Cecilia Porras pintó una portada novedosa -que tampoco logró cobrar-. El taller gráfico de "El Espectador" regaló el cliché para las carátulas en colores."

"No volví a saber nada hasta unos cinco meses después, cuando la editorial Sipa de Bogotá -que nunca había oído nombrar- me llamó al periódico para decirme que la edición de cuatro mil ejemplares estaba lista para la distribución, pero no sabían qué hacer con ella porque nadie daba razón de Lisman Baum. Ni los mismos reporteros del periódico pudieron encontrar el rastro ni lo ha encontrado hasta hoy. Ulises le propuso a la imprenta que vendiera los ejemplares a las librerías con base en la campaña de prensa que él mismo inició con una nota que todavía no acabo de agradecerle. La crítica fue excelente, PERO LA MAYOR PARTE DE LA EDICIÓN SE QUEDÓ EN LA BODEGA y nunca se estableció cuántas copias se vendieron, NI RECIBÍ DE NADIE NI UN CÉNTIMO POR REGALÍAS."

"Cuatro años después, Eduardo Caballero Calderón, que dirigía la Biblioteca Básica de Cultura Colombiana, incluyó una edición de bolsillo de "La Hojarasca" para una colección de obras que se vendieron en puestos callejeros de Bogotá y otras ciudades. Pagó los derechos pactados, escasos pero puntuales, que tuvieron para mí el valor sentimental de ser los primeros que recibí por un libro. ... Casi trece años más tarde, cuando pasé por Colombia después del lanzamiento de "Cien años de soledad" en Buenos Aires, encontré en los puestos callejeros de Bogotá numerosos ejemplares de la primera edición de La Hojarasca a un peso cada uno. Compré cuantos pude cargar.  Desde entonces he encontrado en librerías de América Latina otros saldos dispersos que trataban de vender como libros históricos. HACE UNOS DOS AÑOS, una agencia inglesa de libros antiguos vendió por TRES MIL DÓLARES un ejemplar firmado por mi de la primera edición de Cien años de soledad."
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Esta historia que ha leído usted, debe tomar en cuenta que habia todo el apoyo de uno de los medios más importantes de Colombia; y además, ya García Márquez, como periodista, tenía una relevante fama a cuestas.

Ver presentación del libro "El Diputado o la muerte del príncipe" de nuestra autoría: 
http://www.youtube.com/watch?v=_kGglI7u8EA&list=UUJsjrg-wIpWT9KLWtEipq_w&index=11

lunes, 21 de enero de 2013

Visión de Rubén Dario Sousa


La visión política de Rubén Souza
La sociedad panameña entró en un proceso de descomposición
DEMETRIO OLACIREGUI Q
El líder comunista hace una radiografía de la situación. Su mayor temor es que el descontento social existente degenere en una guerra civil

2013-01-21 — 12:00:00 AM — PANAMÁ. En un ambiente saturado de corrupción institucionalizada, impunidad, injusticias y confrontación, el país está ante el dilema de una salida pacífica o una salida violenta. En ese escenario, la situación podría degenerar en una guerra civil y producir un vacío de poder que hiciera necesario la intervención de una fuerza militar multinacional, advirtió el legendario líder comunista Rubén Souza, para quien el gobierno de Ricardo Martinelli está cada vez más aislado de la sociedad.

‘Martinelli está rodeado de la escoria de la sociedad y de los partidos políticos y eso lo está aislando. El resultado es que los de arriba no tienen el control y los de abajo no se dejan controlar’, añadió.

Souza, quien cumplirá 90 años en septiembre, volcó el peso de 70 años de vida política en una extensa entrevista con La Estrella en su modesta casa de Carrasquilla.

Habló de los recuerdos de su abuelo de origen portugués y dueño de propiedades en Corozal antes de la construcción del Canal, pasando por su exilio en Chile, sus periplos por el mundo socialista, sus relaciones con el general Omar Torrijos, las negociaciones de los tratados canaleros, la invasión militar estadounidense, la crisis económica mundial, la coyuntura política actual, el sectarismo de la izquierda y las elecciones del 2014.

Recordó que fue el general Torrijos —‘un militar gorila que se convirtió en un militar patriota’— quien logró la recuperación del Canal, pero no toda la liberación nacional. Esa tarea la dejó a la posteridad’. Dijo que queda la otra argolla que nos ata porque seguimos bajo el paraguas del Pentágono. ‘Esta tarea es para los que vienen y yo los espero al final del camino con un saludo militar’, señaló citando las expresiones del desaparecido líder panameño.

CUMPLIR EL CICLO SOCIAL

Souza aseguró que el general Torrijos comprendió que el problema prioritario de la historia de Panamá era su liberación nacional. Pero eso debía tener un contenido social. ‘Rescatamos los bienes del Canal, pero no han entrado a la cultura de los panameños, no se ha cumplido el ciclo social, porque los magnates que dirigen el país han privatizado el Canal y no se le ha dado el uso más colectivo posible al que aspiraba el general Torrijos’, resaltó.

Souza, quien en 1943 ingresó a las juventudes comunistas y ocho años después asumió por 50 años la dirección de ese partido, dijo que el general Torrijos identificó el instinto panameño de libertad, su reacción espontánea de ser un país libre. ‘El general Torrijos le habló al subconsciente del panameño, por eso sigue vivo en la consciencia nacional’, reconoció.

Estimó que la crisis económica mundial se manifiesta en Panamá de forma diferente que en otros países, lo que no lo exime de ser alcanzado. La contradicción es que mientras en otras partes del mundo la crisis se expresa como catástrofe económica, en Panamá la modalidad es de auge económico.

Souza recordó que algo similar ocurrió durante la Segunda Mundial. Cuando otros pueblos se mataban y destruían, en Panamá había auge por ser una pieza militar de Estados Unidos. La construcción de decenas de bases militares trajo crecimiento económico. Pero cuando pasó la guerra la economía cayó.

‘Eso mismo va a pasar ahora. Hay que ver de dónde vienen los capitales en fuga que se están invirtiendo en Panamá. Si mañana esos capitales tienen otro lugar atractivo se van y entonces se verán las consecuencias de una situación artificial’, precisó.

CRECIMIENTO CON INVOLUCIÓN POLÍTICA

De acuerdo a su análisis, el gobierno de Martinelli quiere meterle por los ojos a los ciudadanos que hay progreso, pero el progreso se mide en función de cómo el crecimiento económico llega al pueblo.
‘Mientras el país está creciendo materialmente, está involucionando políticamente. El pueblo también involuciona, se imponen las formas más autocráticas de gobierno y se hace caso omiso a la opinión pública’, añadió.

Souza, quien tuvo que abandonar la carrera de Ingeniería por las tareas políticas, expresó su preocupación acerca de cómo resolver el problema del cambio de poder en 2014, cuando la inmensa mayoría de la opinión pública repudia los métodos de gobernar de Martinelli.

Opinó que la sociedad panameña entró en un proceso de descomposición. Hay una deformación porque se supone que todo el desarrollo económico del país debe reflejarse en la vida de los ciudadanos.

‘Estamos en un desarrollo descendente —subrayó— que se manifiesta en la crisis panameña. Hay un grupo selecto que se está llenando los bolsillos hasta derramarse. Pero hay otro sector, que es la mayoría, que se está pauperizando, junto con un sector de pobreza absoluta. Están también los sectores medios que están rezagados de lo que genera la sociedad. Pueden tener comida, vestido, pero les está vedado el desarrollo material. El poder adquisitivo es cada vez menor’.

‘La descomposición también ha alcanzado a las instituciones. No pueden tapar la corrupción. Están surgiendo los ejércitos de indignados que se manifiestan por el transporte, la circulación, la inflación, la inseguridad, por la decadencia de los servicios públicos, la salud, la educación, por el caos que se está viviendo, sin importar el desarrollo material’, recalcó.

DETERIORO DE LA AUTORIDAD

Souza consideró que el gobierno actual, a pesar de todo lo que está haciendo para rearmar a la Policía Nacional y preparar la represión de los movimientos de protesta, no puede gobernar como antes. Poco a poco se ha ido deteriorando su autoridad.

Citó los ejemplos de Changuinola, San Félix, el levantamiento en Colón y los movimientos que están organizándose en los barrios para rechazar el reordenamiento territorial, la desprotección del medio ambiente y el transporte, lo que indica que la gente está en rebeldía.

Estimó que el país está viviendo el primer escalón de una situación revolucionaria, que no es en solitario, es un proceso. ‘Lo que la gente siente se va agudizando. Se está generalizando un sentimiento de descontento, insatisfacción, frustración e indignación’, aseguró.

El otro escalón es cuando la gente pasa a la acción, cuando se convierte en iracunda. Identificó esa situación en lo que sucedió durante la demanda por la derogación de la ley que permitía la venta de los terrenos de la Zona Libre de Colón, que degeneró en saqueos en los alrededores de la Plaza 5 de Mayo.

‘Eso lo que está expresando es que estamos pasando de la reacción a condiciones de desobediencia civil, dando paso a acciones comunes’, afirmó. El Frente Amplio de Colón (FAC) y la conformación de la alianza con los movimientos de Changuinola y el pueblo Ngäbe, así lo demuestran.

DESCONFIANZA EN LOS POLÍTICOS

Elogió la creación del Frente de Defensa de la Democracia (FDD) como una alianza que unifica intereses diversos, pero advirtió que ha comenzado el repliegue de partidos políticos como el PRD porque no aceptan que un movimiento popular se entrometa en las elecciones. ‘Saben que si siguen soplando el movimiento popular, pierden protagonismo’, puntualizó.

También señaló que las expresiones de descontento popular se deben a que los ciudadanos no creen en el bipartidismo, identificado en el arnulfismo y el PRD, ni en CD. ‘Están hastiados de lo que han venido ocurriendo en 20 años de alternancia en el poder, después de la invasión militar de Estados Unidos, y buscan el punto final’, comentó.

Para Souza, los grupos económicos que habían perdido el poder por el golpe de la Guardia Nacional en 1968 no tenían otra forma de recuperarlo que no fuera por una intervención extranjera. ‘Querían crear otro tipo de poder, pero no tenían ni la autoridad ni la fuerza para imponerse sobre el aparato militar. La única salida era la invasión. Los intereses de la invasión se identificaron con los intereses estadounidenses de otras agresiones en otros países’, añadió.

De acuerdo a su análisis, para comprender lo que está pasando actualmente en el país y cuáles son las razones que llevaron a Martinelli al poder hay que entender la invasión.

Planteó que ‘lo que pasó fue la restauración del poder oligárquico después de la invasión. Por eso tenían que llevarse al general Manuel Antonio Noriega. Martinelli representa a los mismos bandidos que habían sido sacados en 1968’.

MÁS DE LO MISMO EN EL 2014

Souza opinó que ‘los políticos tradicionales están pensando que las elecciones del 2014 son una repetición de las elecciones que hemos visto después de la invasión, pero están equivocados porque no están haciendo una lectura correcta de lo que pasa en la sociedad. Por eso se van a estrellar’.

‘Martinelli surgió por el desgaste del bipartidismo, escondiendo a través de demagogia y engaños un premeditado vuelco hacia la derecha. Él no representa fuerzas nuevas, sino las viejas prácticas políticas anteriores a 1968. Él cree que ha llegado al reino, pero tiene una crisis peor que cuando estaba el bipartidismo. Se le han agotado las reservas políticas y de las finanzas públicas, por el derroche y la corrupción, y vamos al desastre, porque está reviviendo una situación similar a la de 1968’, recalcó.

Todo eso genera incertidumbre. ‘La interrogante es si las fuerzas progresistas son capaces de interpretar eso y de asumir un liderazgo. Además está el problema de si los que están arriba, incluyendo los que están en los partidos de oposición, pierden la capacidad de imponer un orden aquí, es decir, suponiendo que pierda el CD y haya uno del bipartidismo, ninguno de ellos está en condiciones de establecer un orden aquí’, aseguró.
‘De la misma evolución de los hechos tiene que surgir una fuerza que no sea ni de CD, ni del arnulfismo, ni del PRD. Del lado de las izquierdas la situación es de divisionismo, no entienden lo que está pasando porque son sectarios. Lo que han demostrado los hechos es que si tú no tienes la fuerza decisiva para derrotar al adversario político, no vas a ningún lado por más bonito que hables, por más razones que digas que tienes. Esto es un problema de fuerza’, precisó.

AISLAR A MARTINELLI

‘Hay que aislar las fuerzas del gobierno y neutralizar las fuerzas que quieren restituir el bipartidismo. En el caso de Martinelli, ¿por qué hay que aislarlo? Porque esa es la fuerza que hay que derrotar, y la única forma de derrotarlo es aislarlo de la sociedad. Además él mismo se está aislando porque está rodeado de la escoria de la sociedad y de los partidos políticos. Se van a quedar sin sustento en la sociedad, tienen dinero, pero no sustento social’, subrayó Souza.

Para que las elecciones del 2014 no signifiquen más de lo mismo consideró que hay que explorar alternativas. ‘Va tomando fuerza el descontento para coronar en una acción común, en unidad de acción, que es distinto a una acción programática. Debe buscarse la unidad en la diversidad, entre fuerzas diferentes que coincidan en una cosa’, anticipó.

‘Las cosas están madurando en el país, porque ante los problemas que se han ido multiplicando, también se ha ido multiplicando el descontento como un tejido que se va expresando como una fuerza superior a las fuerzas represivas que el gobierno viene manejando’, señaló.

Souza reconoció que esas protestas todavía no son sistemáticas. Son destellos que están mostrando cuál es el camino. ‘La gente aprende que no podemos seguir cada uno por su lado. Tenemos que ir creando una especie de Estado Mayor que le dé dirección y conducción al movimiento. Eso hay que apoyarlo, porque el pueblo no puede seguir de espectador ante una tragedia que lo está ahogando. Que la gente no sea consciente, es otra cosa. Pero esa es la tendencia, donde vienen las jerarquías, las vanguardias para interpretar eso y actuar conforme a eso’, advirtió.

LA SALIDA VIOLENTA

Souza reconoció el liderazgo que están demostrando Juan Jované y la cacica Silvia Carrera y cuestionó las posiciones sectarias de FRENADESO que, después de estar ausente, ha aparecido en las protestas callejeras.

‘FRENADESO –afirmó- se está dando cuenta de que está quedando al margen de lo que está pasando en el país. No van a renunciar de la noche a la mañana a sus posiciones sectarias. Pero la realidad también les está entrando a ellos. Están ante la disyuntiva de interpretar con acierto lo que está pasando en el país o quedar aislados’.

Valoró, en el contexto de las izquierdas, el papel jugado por los comunistas. ‘A lo largo de 82 años de presencia en la vida nacional, los comunistas hemos demostrado que no somos como los cocuyos que alumbran una sola noche. Somos históricos. Hemos aprendido de nuestras propias experiencias. Siempre hemos estado orientando al pueblo, organizando, entregando nuestra experiencia e inspiración’, reflexionó.
Souza reconoció que poco a poco se está construyendo el poder ciudadano y que la dinámica de esa tendencia va hacia la unidad, que es lo que da fuerza. ‘La gente ha comenzado a tomar conciencia del callejón sin salida en que nos encontramos, porque el orden ya no funciona y esto tiene que cambiar. El que tiene sensibilidad sabe que hay que buscar respuestas, alternativas’, añadió.

Mostró preocupación porque ‘en esa búsqueda de respuestas al desorden que hay, el dilema es el de una salida pacífica o una salida violenta. La insistencia en mantener el orden que estamos viendo, que la mayoría del pueblo panameño ya no acepta porque ya no está conforme y ha pasado a una virtual revuelta nacional, puede generar una salida violenta’.

‘Martinelli es tan irresponsable en su delirio por mantenerse en el poder, que cree que puede seguir engañando al pueblo. Él mismo y sus asesores son los que están engañados. Ni siquiera considera que vamos hacia una salida violenta por la acumulación de injusticias, burlas y desprecio’, advirtió Souza.

Souza comentó que la violencia no es solo armada. Puede manifestarse en forma de una huelga política general, como ya hubo en 1948 cuando la Policía Nacional puso en el poder a Arnulfo Arias, a quien le habían robado las elecciones un año antes. O la huelga política que se produjo el 9 de enero de 1964, que obligó a Estados Unidos a negociar la entrega del canal. ‘Ese ha sido el movimiento político más grande que ha habido en este país. De no haber sido por eso, todavía existiría la Zona del Canal’, apuntó.

LA SALIDA PACÍFICA

Recordó que los sucesos de enero de 1964 se produjeron luego del ambiente fiestero del año nuevo. Se produjo un estallido que estaba condicionado por la acumulación de descontento y hastío por la presencia extranjera y se dio el enfrentamiento con el ejército más poderoso del mundo.

Interpretó ese ejemplo señalando que Martinelli está equivocado si cree que con distracción y diversionismo va a nublarle la mente al pueblo. ‘La gente quiere abrigarse de los momentos amargos y fiestean, pero se equivocan quienes creen que con eso los van a mantener mareados y que van a ceder sus principios’, afirmó.

Souza señaló que la salida pacífica es la convocatoria a una Asamblea Constituyente, capaz de cambiar el orden actual. ‘Debe ser una Constituyente Soberana porque la Constitución debe convertirse en un poder en sí mismo, no como ahora que es un elemento administrativo del poder. Debe generar un nuevo poder que no va a ser mediatizado. Eso tenemos que ganarlo en las calles’, comentó. Para convocar a una Constituyente se necesita recoger el 20% de las firmas del último censo electoral y debe ser organizada por el Tribunal Electoral.

‘Si se logra entusiasmar a las masas que salgan por la Constituyente, se crea un nuevo poder, cambian las reglas del juego, porque se va a rehacer el orden jurídico por iniciativas ciudadanas’, añadió.

Souza valoró que si eso no se hace, entonces podrían producirse escenarios de violencia, porque el ritmo del desquiciamiento no se aguanta. Eso presagia que las elecciones del 2014 van a ser violentas.

‘La situación podría degenerar en una confrontación, en un vacío de poder por el empecinamiento de Martinelli a no aceptar que ya no puede gobernar, que no deje otra alternativa que la intervención de una fuerza militar multinacional de ocupación internacional’, anticipó.

‘Podría levantarse un movimiento popular, con la convocatoria de una huelga política general o podría producirse un enfrentamiento entre los clanes económicos propiciando entre ellos mismos un golpe contra el gobierno actual para defenderse de la voracidad de Martinelli. Pero también podría llegarse a una guerra civil’, advirtió Souza.

viernes, 11 de enero de 2013

Conflicto en Honduras


En Hondura después que usaron los derechos humanos y la ONU de papel higiénico, ahora piden que intervenga....

AFP

Persiste conflicto en Honduras por destitución de cuatro magistrados

La crisis institucional en Honduras tras la destitución por parte del Congreso de cuatro magistrados de la Sala Constitucional hace tres semanas se reanudó este jueves, cuando decenas de manifestantes impidieron a dos de ellos ingresar al Poder Judicial, señalados por respaldar el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009.

El activista en favor de los derechos humanos Andrés Pavón y Antonio Baday, líder de pobladores pobres que exigen al gobierno tierras urbanas para construir viviendas, encabezaron el movimiento que denegó la entrada a los magistrados Gustavo Bustillo y Francisco Ruiz.

Pavón y Baday exigieron en un comunicado la separación de los restantes once magistrados de la Corte Suprema, de 15 jueces, que incluye a los cinco de la Sala Constitucional.

Solamente la jueza Rosalinda Cruz, del oficialista Partido Nacional, -contrario al de Bustillo y Ruiz, ambos del opositor Partido Liberal-, evadió el cerco y entró a su despacho, donde permaneció varias horas.
"Estamos siendo acosados y amenazados de muerte y nuestra situación es precaria", denunció Cruz en una rueda de prensa.

El otro juez despedido, José Gutiérrez Navas, está en La Haya, Holanda, gestionando la intervención de la Corte Penal Internacional en el conflicto de poderes en Honduras, según Cruz.
La tensión política comenzó a gestarse luego de que cuatro de los cinco magistrados de la Sala Constitucional fallaran contra la disposición legislativa de someter a los agentes de seguridad a pruebas antidrogas y al detector de mentiras como parte del proceso de depuración de la Policía Nacional, impulsado por el presidente de Honduras, Porfirio Lobo.

La depuración es un tema sensible en Honduras, considerado por la ONU como el país sin conflicto bélico más violento del mundo, donde hace un año se descubrió que cientos de oficiales estaban involucrados en el tráfico de drogas, los secuestros, el robo de autos y la extorsión.

Por su parte, Cruz dijo que pidió a Naciones Unidas que investigue el "golpe técnico" generado por su destitución, mientras que solicitó a la Relatora de las Naciones Unidas para la Independencia de los Jueces, Grabriela Knaul, que atienda "con urgencia" el caso.

"Fuimos destituidos de nuestros cargos en flagrante violación a la Constitución, a la Convención Americana de Derechos Humanos y a las demás convenciones internacionales en materia de derechos humanos de las cuales Honduras es signataria", acusó Cruz.

En este sentido, la magistrada agregó que se les han violentado sus derechos a la "legítima defensa, al debido proceso, a la presunción de inocencia y a todas las demás garantías constitucionales".

El Congreso ya eligió a cuatro nuevos magistrados y el presidente del Poder Judicial, Jorge Rivera, retiró sus choferes y automóviles oficiales a los destituidos.

El abogado Fredín Fúnez, dirigente del izquierdista Partido Libertad y Refundación, (Libre), de Zelaya, sostuvo que "ni hoy ni después habrá una solución al conflicto que vive la Corte Suprema porque los magistrados no se dan por renunciados y desean continuar con su investidura y privilegios".

De su lado, el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, Ramón Custodio, solicitó en una conferencia prensa medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para los cuatro afectados.
"La solución a la crisis de poderes la tenemos que encontrar los hondureños entre hondureños dentro de la institucionalidad y el cumplimiento de la ley", subrayó, sin embargo, Custodio.

El líder de la izquierdista Vía Campesina, Rafael Alegría, vaticinó a la AFP que "esta crisis entre poderes no ha empezado y se agudizará este año", e instó al gobierno a "buscar una pronta solución en aras de construir un mejor destino para la nación".

Lobo, con el propósito de frenar la crisis institucional, inició un diálogo el 14 de diciembre con los líderes de los poderes Legislativo y Judicial, así como con el fiscal general.

Omar Torrijos: Carta a Edward Kennedy



OMAR TORRIJOS  CARTA  A EDWARD KENNEDY

Vida del General Omar Torrijos Herrera
http://es.wikipedia.org/wiki/Omar_Torrijos_Herrera

Carta al Senador Edward Kennedy    

Panamá, 7 de mayo de 1970.

Mi estimado Senador Kennedy:


He leído la conferencia que usted pronunció en la “Cátedra Anual Mansfield”, en la Universidad de Montana. Aunque hay ciertas equivocaciones en sus planteamientos con respecto a la América Latina, se advierte que no hay maldad en ellas, precisamente por ser usted un hombre de gran sentido de la honestidad.


Vengo siguiendo con interés su trayectoria de luchas políticas y sociales; y, por eso, creo oportuno referirme a que usted inconscientemente incurre en el error generalizado de los políticos norteamericanos, de clasificar a los gobiernos de Latinoamérica por su origen, y no por su intención. En América Latina, los procesos electorales, Senador Kennedy, en su gran mayoría no han sido más que sucesos episódicos que actualizan tiempos romanos de pan y circo, con la diferencia que estos sucesos han sido fuertes en circo y débiles en pan.


Pero creo en la jerarquía de su apellido. Sé que usted está creyendo honestamente que en nuestros países se consulta a los pueblos cuando se va a efectuar la sucesión de Presidentes y que estas elecciones realmente representan el querer de la mayoría. En esto quisiera darle mi opinión. Es la opinión de un hombre con profundo cariño a su patria y que admite, a los 41 años, que mientras fue instrumento de la clase gobernante, tuvo muchas veces que contribuir a preparar la escena del espectáculo de circo en Panamá, donde se efectuaban las elecciones, a través de las cuales un gobierno sucedía “democráticamente” a otro, por la fuerza del voto popular. Quisiera ponerle como ejemplo lo que sucedía en nuestra patria, por tratarse de un caso que puede darnos la medida de lo que ocurre aún en muchos países de América Latina.


El gobierno era un matrimonio entre fuerzas armadas, oligarquía y malos curas, y como los matrimonios eclesiásticos no admiten divorcio, aquella trilogía de antipatriotas parecía indisoluble. El oligarca explotaba los sentimientos de vanidad y lucro de ciertos militares, incluyéndolos en sus círculos sociales, e incluyéndolos también en las participaciones de sus empresas. El militar prestaba su fusil para silenciar al pueblo y no permitir que la clase gobernante fuera “irrespetada” por la chusma frenética, como llamaban al pueblo, y los malos apóstoles de la Iglesia bendecían este matrimonio, para sentarse a la mesa como invitados y poder disfrutar de los beneficios del poder.


Desde que salí de la Academia como Segundo Teniente, a los 22 años, fui demasiado utilizado para comandar pelotones de fusileros que estaban prestos a silenciar estudiantes, obreros y campesinos. En más de una ocasión, se me despidió, antes de salir para el escenario de los disturbios, con las siguientes expresiones:


“Aplasta a esos subversivos, que pretenden desquiciar la economía no pagando el alquiler de sus casas.”


“Extermina a esos huelguistas, Torrijos, a quienes hemos hecho el favor de dar un trabajo y ahora vienen con las exigencias de un aumento de salario; después que les hicimos tal favor y les dimos de comer, hasta techo quieren para sus hijos.”


“Estudiantes estúpidos, ¿cómo se les ocurre bloquear las calles e incendiar vehículos, sólo porque les faltan unos profesores? En nuestros tiempos, cuando mirábamos mal al director, nos expulsaban.”


Fui creciendo, cronológica, mental y jerárquicamente, llegando a ocupar posiciones de alto relieve en el engranaje de las Fuerzas Armadas. Siendo jefe militar en una zona de grandes desigualdades sociales y económicas, recibí la siguiente orden de parte de uno de los altos oficiales que me comandaban y que posiblemente hablaba por teléfono desde la mesa de accionistas a la cual me referí antes, invitado por la oligarquía:
“Dígale a los campesinos que encierren sus parcelas, que el ganadero, por falta de pastos, tendrá que soltar su ganado.”


No recuerdo, hasta hoy, un solo incidente, en los tiempos en que comandaba tropas especializadas en orden público, en que la razón no estuviera de parte del grupo hacia donde apuntaban nuestras bayonetas.


Cuando era Capitán, sofoqué un levantamiento guerrillero dirigido por jóvenes estudiantes y orientado por una causa justa. Fui herido. El más herido de mi grupo y también el más convencido de que esos jóvenes guerrilleros caídos no representaban ni el cadáver ni el entierro de las causas de descontento que los había llevado a protestar mediante una insurrección armada. Pensé también, al leer su proclama, que, de no haber tenido el uniforme, yo hubiera compartido sus trincheras. Aquí fue donde surgió mi determinación de que, si algún día podía orientar la suerte de nuestras Fuerzas Armadas, la matrimoniaría en segundas nupcias con los mejores intereses de la patria.


La Alianza para el Progreso no ha fracasado, mi respetado Senador. Solamente fracasó el haber creído que cambios tan fundamentales y tan explosivos de liberación humana, como los que se proponían, podían realizarse dentro de los esqueletos políticos corrompidos como los existentes.


La semilla regada en Punta del Este por John F. Kennedy (q.e.p.d.) ha visto sus frutos al crear una nueva generación de hombres jóvenes, profesionales bien preparados, bien intencionados, que hablan, sienten y viven el lenguaje del desarrollo y que poco a poco están ocupando las posiciones claves de las decisiones políticas de los países de América Latina. Yo me considero, Senador, un producto de esa cosecha. En nuestro caso, fue necesario que esos grupos profesionales se uniesen a la única fuerza lo suficientemente grande que existe en nuestro país, la fuerza militar, para que en un matrimonio de poder, idealismo, buena voluntad y determinación, se pudiesen ejecutar las transformaciones que ha demandado la Alianza para el Progreso.


Por haber estado presente muy cerca de los escenarios erigidos por el clamor popular para buscar cambios violentos, soy un militar convencido de los cambios pacíficos, promoviendo el reemplazo de las viejas estructuras, tal vez no por valiente, sino por el temor casi cobarde que le tengo a las transformaciones violentas.


El caso de Panamá, en que la única fuerza organizada que quedaba, la fuerza militar, resolvió romper moldes y reestructurar el país, no es de extrañarse que suceda en otros países de América Latina. Los últimos procesos electorales del escenario latinoamericano constituyen el mejor indicador de que estamos al borde de cambios profundos. Octogenarios ex presidentes siguen regateándose el derecho de dirigir nuevamente a sus pueblos; pueblos que, por ser jóvenes, no resisten ser conducidos por abuelos.


Localíceme usted, Senador Kennedy, los últimos casos en que un ex presidente en América Latina haya salido pobre del poder, y dígame si tiene explicación en su conciencia ciudadana, que en estos “democráticos” procesos electorales a que usted se refiere, amanezca el candidato de la oposición detenido y la ciudad sitiada por la ley marcial. ¿Qué computador, por más exacto que sea, justifica la entrega de credenciales a un senador contendiente de la oposición? Dése una vuelta por Panamá, lo invito a que nos visite, a que nos conozca de cerca. Usted será bienvenido a este lugar, donde se le admira y se le respeta. Después de esta inspección, usted se convertirá en el más grande admirador de nuestra “dictadura” contra las injusticias.


Nuestro ejército ha sido organizado bajo la convicción de que no tendrá nunca que enfrentarse a una invasión de fuerzas extranjeras. No tenemos aviones a reacción de gran alcance, ni bombas de gran poder explosivo. Vivimos convencidos de que la guerra llegó alrededor de los puestos de mando de nuestras Fuerzas Armadas. Lo vemos todos los días, cuando observamos los suburbios donde viven nuestros pueblos, los parques llenos de desempleados y las madres en pos de techo y sustento para sus hijos. Esto nos ha hecho reafirmar nuestro convencimiento de que esta guerra tiene que ser otra, acabar con las causas que propiciaron este estado de cosas en una nación, que por sus recursos no merece esta suerte. Si todavía hay niños de mi patria que no asisten a la escuela, como verá en la fotografía que le envío, es porque esa democrática sucesión de gobiernos constitucionales, determinados por “elecciones puras” de deshonestidad y cohecho, crearon esa situación.


No crea, mi respetado Senador, que todos los militares somos tiranos, porque hay militares en América que, si practicamos la “tiranía”, es precisamente para acabar con las injusticias contra las cuales cayeron peleando sus hermanos. Nada sería más placentero para mí que conocer personalmente al más joven de los Kennedy. 

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jueves, 10 de enero de 2013

Efebo Díaz: Las insurrecciones del arcoíris


Las insurrecciones del arcoíris de Efebo Díaz

Por: Moisés Pinzón Martínez


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La calidad de la narrativa 
no le tiene nada que envidiar 
a los más famosos escritores 
del realismo mágico. 
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En mi época de dirigente estudiantil, había escuchado algunas narraciones sobre la insurrección de Veraguas en 1952; donde el pueblo entero –ganaderos, campesinos, pobres, profesionales, comerciantes, estudiantes y hasta la iglesia-  hace el primer asalto al cielo en nuestro país,  en defensa de la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena. La población en franca desobediencia civil sustituye todos los poderes del Estado, independizando la región de la hegemonía de poder gubernamental.

Sorpresa fue la recibida el 6 de enero, cuando Cesar Del Vasto me entregan el libro “LAS INSURRECCIONES DEL ARCOIRIS”, escrito por Efebo Díaz. Mi primera impresión fue de asombro por la calidad de la presentación, e igualmente sabía que era de mi interés por el tema que trataba, independientemente que a lo mejor no estuviera bien escrita, lo leería con agrado, pensé; su valor es que el que lo escribe, aun siendo su primer libro, vivió esa realidad, así que la información es de primera mano.

Inmediatamente empecé a leerlo ante mi asombro, en cada página que avanzaba, de la destreza con que estaba escrito, hacía muchos años que un libro no enganchaba mi emoción de lector en la magnitud en la que éste lo estaba logrando. No paré de leer hasta que el cansancio me venció.

En su lectura amena, se encuentran entrelazados los hechos en forma diáfana y detallada, y que pareciera ser una novela, un cuento inventado por un soñador consumado. Como tenemos somera referencia de los nombres y los hechos, puedo estar seguro que cada narración es el producto de la vivencia, excepcional memoria y capacidad de investigación que el autor en forma sorprendente demuestra; mucho más cuando él no tiene precedentes de escritor. Dentro de 50 años es muy posible que los lectores de este magistral libro  piensen que fue el producto de la imaginación de un buen escritor.

La calidad de la narrativa no le tiene nada que envidiar a los más famosos escritores del realismo mágico.

Sin embargo no es lo mismo, nuestro escritor abunda en detalles  sobre el comportamiento humano y su accionar de los hechos vividos. Como consecuencia, el lector puede proyectar en su mente la película de los eventos, soñarla, incluso sentirse parte de los protagonista. Y a diferencia de los consagrados escritores de este género de la literatura, en este caso todo o casi todo es verdad.

“Las Insurrecciones del Arcoíris” no es un conjunto de realidades a medias envueltos en un manto de fantasías, es un conjunto de  vivencias, amores, sudores y lágrimas de varias generaciones de panameños que fundamentalizan una cadena de eventos, entrelazándolas en la afanosa búsqueda de su identidad, a lo que Torrijos le llamó “relevo generacional”. El rechazo de los tratados Filos-Hines en 1947, la insurrección de Santiago en 1952, el Pacto de la Colina (1958), junto con  la frustrada guerrilla de Cerro Tute en 1959,  y la huelga de las bananeras en Puerto Armuelles de 1960,  desembocan por maduración espontanea en los sucesos del 9 de enero de 1964; punto de inflexión donde la historia cambia abruptamente y determina nuestro “bienestar” presente y futuro.

Esta biografía mágica, tiene todas las cualidades universales para convertirse en un libro de consumo mundial.

El espíritu de los desamparados se posesionó de Manuel Celestino Gonzales que le entrega su alma revolucionaria al  Rifle de asalto Springfied, US.1896 de cinco tiros calibre 30, protagonista del asalto al cuartel de Colón en 1945, de cara a realizar una rebelión, traicionada por Arnulfo Arias. Ya en propiedad de su conciencia de clase, fue orientador de la insurrección de Veraguas en defensa del conocimiento (1952); dirigió –desde las milicias populares- una amplia alianza de todos los sectores democráticos. Pasa a ser parte activa de la guerrilla idealista de aguerridos jóvenes representantes de lo más sano de los sueños de los campesinos y trabajadores (1959). Su espíritu rebelde encendió al país un 9 de enero de 1964 para que finalmente se convirtiera en el guía espiritual de las fuerzas armadas de este país; como Gonzalito pregonó toda su vida, como única vía de derrotar a la desalmada oligarquía.

En representación de esta generación y de las futuras, que no conoceré,  le extiendo nuestras más profundas gratitudes a  Efebo Díaz por haber guardado en su pecho, con celo,  el Springfied, US 1896 de cinco tiros, depositarias del alma  de Manuelito y Polidoro –representantes de los sueños de todo el pueblo- ,  y entregárnosla para los tiempos, en este maravilloso y revelador libro; y que hoy se traduce en la búsqueda de votos para lograr la revolución democrática popular. Con este libro, “Las Insurrecciones del Arcoíris”, Efebo le hace entrega formal del Springfied a la humanidad, para que su cañón no deje de arrojar balas.  ¡usémoslo!

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domingo, 6 de enero de 2013

Casa de valores panameña sigue suspendida por escándalo
Panamá, 5 ene (PL) La Superintendencia del Mercado de Valores de Panamá decretó suspensión indefinida de la casa de valores Financial Pacific envuelta en un desfalco de 14 millones de dólares ya repuesto a los clientes, pero sigue en problemas.
Según la resolución de la entidad regulatoria, aún hay méritos suficientes para mantener la suspensión debido a que existen situaciones que ponen en peligro las inversiones de los clientes.

En esa resolución también señala que los ejecutivos de Financial Pacific enviaron una carta el 3 de enero en la cual notifican que depositaron 12,2 millones de dólares que cubrirían el faltante que les fue supuestamente extraído y, de esta forma, repondrían el dinero de los clientes.

Mientras tanto, la Corte Suprema de Justicia sigue sin fallar el amparo de garantías. Alejandro Abood, superintendente del Mercado de Valores de Panamá, dijo que es difícil recuperar el proceso de reorganización debido al tiempo pasado y al daño que ya está hecho.

En una entrevista anterior con el diario La Estrella, el funcionario recordó que el pasado 16 de octubre ordenó una reorganización sobre Financial, pero el 6 de noviembre la Corte Suprema de Justicia (CSJ) acogió un amparo de garantías constitucionales que dejó sin efecto la medida.

Abood, quien se reunió con uno de los nueve magistrados de la CSJ, dijo que éste le indicó que el amparo de garantías se pudo haber aceptado sin tener que recurrir a la suspensión de la reorganización, pero que eso queda a discreción del juez.

El problema radica en que el caso involucra al presidente panameño, Ricardo Martinelli, en una supuesta cuenta secreta desde la que se obtenía información bursátil privilegiada, pero esto fue desmentido por el Gobierno y Financial.

jf/lma