El petroleo bajo de precio

«LA MISIÓN DE UN DIRIGENTE ES SER IMPRESCINDIBLE POR EL MENOR TIEMPO POSIBLE.» General Omar Torrijos Herrera.
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jueves, 14 de agosto de 2014

INSTRUIDO PUEBLO CON VOTOS EN OLEAJES

INSTRUIDO PUEBLO CON VOTOS EN OLEAJES
Por Moisés Pinzón Martínez, empresario, ensayista, poeta.

Vivimos en la época de las transformaciones profundas por la vía de las Democracias bajo el fundamento de la Coexistencia Pacífica. ¿Cómo y quiénes nos han traído hasta aquí?

A comienzos del siglo pasado el mundo estaba sumergido en la impunidad, un pequeño grupo de maleantes se habían apropiado de las riquezas del mundo oprimiendo ferozmente a los trabajadores, traicionando los postulados de la Revolución Francesa. Aprovechándose de la ignorancia general existente, convirtieron la Democracia en un Circo Romano de pan y gladiadores, impidiendo que los sufragios cumplieran su papel transformador.

Ante esta muralla infranqueable para la decencia, Vladimir Ulianov desarrolla la teoría revolucionaria que nace de la insurrección de las masas y de la Dictadura del Proletariado; que además de todo, logra ponerla en práctica sobre la nación más grande del mundo. Dando el ejemplo a otros dirigentes, imitándolo. Obligando a los demás países capitalista a actualizar sus leyes y estructuras democráticas para evitar que la ola de exigencias los ahogaran. Casi todos los que hoy son capitalistas e inversionistas, es muy seguro que ayer no lo hubieran podido ser, sucumbiendo ante el canibalismo del sistema de entonces. Un número importante de grandes empresarios, en este país, fueron dirigentes revolucionarios en España: desplazados, humillados, vejados.

El mismo autor, y actor, desarrolló la teoría de la Coexistencia Pacífica pero muere antes de poder definir en profundidad su significado. Pasados cien años, es el libro “El Diputado o la Muerte del príncipe” donde por primera vez se continúa la teorización de este fenómeno en su magnitud globalizante; el que explica el pasado, pero determina su límite, dando paso en forma igualmente revolucionaria a las Democracias Populares; las que están fluyendo incontenibles a lo largo de América Latina y que muy pronto sucederá en las propias naciones imperiales. ¿Por qué?

Porque las grandes mayorías ya no somos ignorantes, exigiendo respeto y participación, porque creemos en la decencia y la moral que nos enseñara por milenios las principales religiones del mundo; pero nos teníamos que conformar con esperarla en el cielo,  dejando en nuestro entierro el sufrimiento de la opresión inhumana.

La designación de un Negro en la Presidencia de Estados Unidos tiene ese sur, pero por ser la primera vez que ese pueblo le da forma a su poder electoral, solo cosechó traición; ya vendrán las revanchas.

El analista José Isabel Blando, con conocimientos profundos y capacidad de síntesis asombrosa, colocándolo entre los eruditos más preclaros, que podría ser excelente Presidente de la República, nos pide que tengamos paciencia ya que no podemos actuar igual que los neofascistas; refiriendose a los maleantes que dirigieron el gobierno de Panamá entre 2009-2014. Por lo que hay que apegarse a la ley. Indicando esto que ellos tendrán meses y años tanto en la Contraloría, la Procuraduría, la Fiscalía Electoral y la Corte Suprema de Justicia, para enredar, ocultar, distorsionar todos los casos, burlando nuevamente la opinión de la inmensa mayoría del voto popular (67.22%) que exigen justicia a los más de seis mil millones de dólares que nos han robado y a los asesinados en Colón, Bocas y Chiriquí; la impunidad no solo será una decepción para esa mayoría de panameños (minimizada por la abundante compra de votos) sino que además se patentará en las mentes más retrogradas que se resisten a los cambios, promoviéndolas como vía alterna potable.

Quién ponga en práctica el Evangelio en la tierra, a mi no me importa, seguiré al que lo haga, de igual forma que lo hará la absoluta mayoría del pueblo. De lo que si estoy seguro, es que tiene que existir las formas democráticas para que la justicia se cumpla, alentados con el doloroso amor de sentir el sufrimiento del prójimo  por su inexistencia; de lo contrario serán otras fuerzas y otros dirigentes los que, igual que en el resto de América, la ejecutarán, con sus entuertos claro.

Las revoluciones hoy, son actos democráticos de instruidos pueblos con votos en oleajes cada vez mayor; usted, Señor Presidente Varela, escoge cuál será su destino histórico, el de la iglesia y el de su círculo de empresarios. Cuidado con los asesores extranjeros, este triunfo en Panamá, es infinitamente pequeño comparado con las colosales derrotas que están recibiendo en el mundo en forma creciente e inevitable.
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lunes, 11 de agosto de 2014

Carlos Lozano Guillén: COLOMBIA: ASÍ RESUELVEN SUS DIFERENCIAS.

COLOMBIA: ASÍ RESUELVEN SUS DIFERENCIAS.
MANUEL CEPEDA: un comunista convicto y confeso
Carlos A. Lozano Guillén / Lunes 11 de agosto de 2014  / APR

Promovió la unidad popular, el frente amplio para unir a la izquierda en un proyecto democrático y revolucionario. Fue consecuente en la línea de unidad de los comunistas. Respaldó la salida política y los diálogos de la guerrilla con el Gobierno en la búsqueda de un acuerdo de apertura democrática.

El 9 de agosto del presente año se cumplirá el 20 aniversario del asesinato de Manuel Cepeda Vargas, dirigente del Partido Comunista Colombiano, ex director de VOZ, representante a la cámara y senador por la Unión Patriótica. Para más señas: fue el último senador elegido a nombre del Partido Comunista y la Unión Patriótica, durante el genocidio que cobró la vida de cinco mil de sus dirigentes y militantes, entre ellos de la mayoría de los parlamentarios, diputados, concejales y alcaldes elegidos.

La Unión Patriótica surgió al calor del primer proceso de diálogos de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), en la década de los años 80 del siglo pasado, durante el gobierno conservador de Belisario Betancur (1982-1986).
Manuel Cepeda Vargas fue asesinado el 9 de agosto de 1994, dos días después de la posesión del presidente liberal Ernesto Samper Pizano (1994-1998), cuyo gobierno transcurrió en medio de una profunda crisis política. Cepeda se posesionó el 20 de julio del mismo año como senador de la República. Había anunciado numerosos debates de control político y la presentación de interesantes proyectos de ley en beneficio de los trabajadores, los campesinos, la juventud, los artistas y los sectores más vulnerables. Eran para él fundamentales los temas de la paz, entendida como solución política y democrática del conflicto, y el de los presos políticos maltratados en las cárceles a las que calificaba de mazmorras del régimen.

Crimen en la impunidad

Los responsables del magnicidio fueron los paramilitares de Carlos Castaño, en connivencia con militares y narcotraficantes. Como autores materiales fueron sindicados los suboficiales del Ejército Hernando Medina Camacho y Justo Gil Zúñiga, condenados a 40 años de cárcel. Pero Carlos Castaño fue exonerado de forma inexplicable, mientras que el general Rodolfo Herrera Luna, a la sazón comandante de la Séptima Brigada del Ejército, falleció en 1997 cuando iba a ser vinculado a la investigación.

El subdirector del DAS en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, José Miguel Narváez, está vinculado como determinador, pues asesoraba a los paramilitares y regentaba una clase en las escuelas de adiestramiento de estos criminales que llevaba el nombre de “Matar comunistas no es delito”. Así las cosas, en lo que respecta a los autores intelectuales el crimen está en la impunidad.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en sentencia del año 2010, condenó al Estado colombiano por el magnicidio, porque a su juicio participaron en el crimen agentes estatales y hubo actos de omisión en la protección del senador Cepeda. El gobierno de Juan Manuel Santos fue obligado a pedir perdón público a sus familiares, al semanario VOZ, a la Unión Patriótica y al Partido Comunista. El acto político de perdón se llevó a cabo en el Congreso de la República con la intervención del entonces ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, ahora vicepresidente de la República, Stella Cepeda Vargas a nombre de la familia y el autor de este artículo en representación de VOZ y del Partido Comunista.

Su labor parlamentaria

Como representante a la Cámara había adelantado numerosas iniciativas y proyectos de ley para proteger los planes de vivienda popular, defendiendo el derecho de organizaciones como la Central Nacional Provivienda, que mediante la organización y la lucha de sus afiliados en el país ocupó predios ociosos para construir barrios populares en Bogotá, en capitales e importantes ciudades, cuando tomaban vuelo los procesos de urbanización del país, que daban lugar a cinturones de miseria en la periferia de las capitales.

Manuel Cepeda supo interpretar esta imperiosa necesidad social y su papel en la transformación del país. Como entendió y alentó el surgimiento de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que recogió la experiencia del sindicalismo clasista aglutinado en torno a la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC) y del sindicalismo independiente. Previó las dificultades de la nueva central pero señaló con decisión que debería conformarse un fuerte sector clasista a su interior para protegerla de los reformistas de viejo y nuevo cuño.
También fue el artífice de la creación del Ministerio de Cultura. Como poeta, escritor y artista, promovió la organización del sector cultural, ligado a las luchas sociales, comprometidas con la transformación revolucionaria de la sociedad. Con seguridad estaría en la actualidad combatiendo el carácter burocrático de este organismo gubernamental, alejado de la realidad social, enclaustrado en una cultura de élites que no interpreta el sentimiento del pueblo colombiano.

Militante comunista ejemplar

Manuel Cepeda Vargas fue un comunista convicto y confeso de conformidad con la definición del Amauta José Carlos Mariátegui. Son los militantes de principios y de acción permanente por la revolución. Su constante actividad parlamentaria para responderle a los electores y a los trabajadores jamás lo alejó de sus obligaciones con el Partido Comunista Colombiano. Era integrante del Comité Central, del Comité Ejecutivo Central y del Secretariado, a cuyas reuniones jamás faltaba. Incluyendo la de su célula, organismo de base en el que militaba con periodistas no solo de VOZ sino también de medios burgueses.

Los anticomunistas lo tacharon de radical y promotor de la combinación de las formas de lucha, porque fiel a los postulados comunistas la entendió como característica de la lucha popular y de masas en Colombia. Pero al mismo tiempo promovió la unidad popular, el frente amplio para unir a la izquierda en un proyecto democrático y revolucionario. Fue consecuente en la línea de unidad de los comunistas. Respaldó la salida política y los diálogos de la guerrilla con el Gobierno en la búsqueda de un acuerdo de apertura democrática y social para ponerle fin al conflicto armado. En este sentido, contribuyó a los frustrados diálogos de Caracas y Tlaxcala con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar en el gobierno liberal de César Gaviria Trujillo (1990-1994).
Ingresó al Partido Comunista Colombiano en 1953, durante la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla que decretó su ilegalidad. En 1958 fue designado miembro del Comité Central y recibió el encargo de reconstruir la Juventud Comunista Colombiana (JUCO). En 1964 fue encarcelado porque denunció con energía la agresión a la resistencia campesina de Marquetalia. En prisión escribió un hermoso libro que tituló ¡Vencerás Marquetalia!. Viajó a Cuba y se vinculó a las actividades de la Tricontinental y de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS). Luego fue enviado a Praga a la redacción de la Revista Internacional. Participó en la fundación del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos.

Periodista y humanista

Al regresar al país asumió la dirección de VOZ Proletaria, que desempeñó durante 20 años. Se convirtió en periodista revolucionario y llevó a VOZ a ser un punto de referencia de la vida nacional. En la década de los años 80 del siglo pasado, orientó el tránsito hacia un periódico más amplio, que sin perder su naturaleza proletaria se acercara a la intelectualidad y a las capas medias. Pasó a llamarse VOZ en 1983 en el marco de un proceso de modernización para hacer un periódico más ágil al servicio de la unidad y la apertura democrática, sin renunciar a su esencia marxista-leninista.

Manuel Cepeda fue un humanista. Poeta, pintor, artista. Sus mejores piezas periodísticas son casi páginas líricas de la realidad nacional, política y social; enriquecieron la práctica del periodismo revolucionario, alejado del miedo a la represión, de la vacilación en los principios y de las concesiones o ilusiones en el reformismo pequeñoburgués.

Nació en 1930. Estudió derecho en la Universidad del Cauca en la aristocrática y conservadora ciudad de Popayán. Estuvo casado con Yira Castro, también militante y dirigente comunista. Yira fue concejal de Bogotá por la Unión Nacional de Oposición. Falleció muy joven, cuando entregaba toda su capacidad al semanario VOZ Proletaria y a la labor de concejal del pueblo. Tuvieron dos hijos: Iván, senador del Polo Democrático Alternativo y firme defensor de los derechos humanos y de la paz con justicia social; y María, miembro del Comité Central del Partido Comunista Colombiano.

                          Tomado de Agencia de Prensa Rural
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viernes, 8 de agosto de 2014

Moisés Pinzón Martínez: Filosofía de la guerra y la paz

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 Filosofía de la Guerra  y de la Paz

La Prensa, 22 de abril de 2003 / además es un capitulo del libro "EL DIPUTADO o la muerte del príncipe"

«No sé cómo será la tercera guerra mundial;
pero la cuarta será con piedras.»
            Einstein.

            Por milenios el desarrollo de la humanidad estuvo determinado por el robo, la esclavitud, el asesinato, a partir de la «primera división del trabajo», que tuvo lugar en el momento en que el hombre aprendió a sembrar. Desde entonces nunca una guerra ha sido justa y los que la inician jamás lo han hecho para beneficio de los agredidos.

            Desde muchos siglos antes de Nabucodonosor, pasando por Carlo Magno, los Césares, las dinastías europeas y orientales, hasta  nuestros días, con  Reagan y Bush, esta realidad ha sido invariablemente así. Los que se defendieron ayer y hoy, crearon y crean, poco a poco, la filosofía de la paz, la solidaridad y la dignidad para la humanidad. Pero en ese proceso de defenderse adquirieron el desarrollo y la fortaleza, que rápidamente les permitió convertirse en agresores.

            El pensamiento Cristiano pudo desarrollarse en magnitudes revolucionarias porque nació del seno de un pueblo, como el israelí, que por su tamaño siempre fue agredido y en su defensa nunca pudieron liquidar a sus grupos sociales de dirección política y religiosa. Fueron esclavizados por los más grandes imperios de la época (los babilonios, los persas, los egipcios, los romanos.) Después que Roma los condenó, nuevamente, a vagar por el mundo (70 d.C), desde entonces fueron humillados y reprimidos por muchos gobiernos de países donde compartían su habitad. Esta realidad causó dos efectos: el primero es, que en su primera etapa, hasta el imperio romano, desarrollaron la más hermosa filosofía de vida, de amor, de amistad, de solidaridad. Y segundo: debido a que nunca pudieron tener el tamaño para ser agresores, y habiendo desarrollado excelentes método de defensa de su integridad grupal, dicho pensamiento caló en cada lugar donde vivieron, después de su dispersión por el mundo; lo que causó fue que el humanismo, que irradia su pensamiento religioso, se propagara rápidamente por el mundo occidental.

            Mil ochocientos sesenta y ocho años después que el Procónsul Tito, hijo del emperador romano Vespasiano, destruyera Jerusalén, dando inicio a la «diáspora», vuelven los judíos a tener un territorio definido y un poder económico en el mundo, por su presencia en gran parte de los países. Y por primera vez, después de haber logrado defenderse con éxito en todos los planos, ahora son invasores, cerrando el círculo del desarrollo. Nos referimos a la fundación del Estado Israelí en 1948.

            En este periodo tan largo que narramos, la guerra siempre fue un motor del desarrollo. El saqueo permitía la acumulación de riquezas necesarias para impulsarlo; y la acción misma de ataque y de defensa daban origen al ingenio y a la necesidad que forzaba este desarrollo.

            Dos milenios atrás, se calcula que el ejército de las Legiones Romas constituía unos cien mil soldados. Ciro llevó a Atenas un «fabuloso» ejército de cincuenta mil hombres. China, a comienzos de nuestra era, mantenía tropas por medio millón de soldados. Había más muertos por enfermedades y epidemias que por causa de las batallas. Cuando se persigue a los judíos, los muertos eran cifras de decenas. Hace no más de doscientos años, Napoleón fue a Rusia con un ejército de quinientos mil hombres. En todo este tiempo hubo masacres, muertes, robos; sin embargo nunca estos actos deleznables y fatales tuvieron la posibilidad real de acabar con la humanidad.

            Comparemos esas cifras con las de la Segunda Guerra Mundial, en 1940, en donde murieron más de cincuenta y cinco millones de personas; entre ellos, siete millones de judíos y veinticinco millones de rusos. Durante esta guerra fueron asesinados civiles, niños, mujeres, viejos y son destruidas ciudades enteras. Hitler condujo a Rusia un ejército de más de seis millones de soldados desolando, matando, violando; nada distinto a lo que posteriormente hizo el Presidente de EE.UU., Harry S. Truman, en Hiroshima y Nagasaki. Estados Unidos de Norteamérica perdió en esta contienda al rededor de medio millón de soldados, lo que indica que su participación real en esta guerra no correspondió a lo que los medios de publicidad indican.

            Se ha demostrado que ya la filosofía de la guerra dejó su rastro de desolación, muerte y paradójicamente, desarrollo. Sin embargo su continuación, por la magnitud de la catástrofe que crearía, debido a la enorme potencialidad de las armas modernas, representa todo lo contrario, la destrucción de la humanidad. Es por lo que, desde entonces, se han creado organismos y reglas para la «coexistencia pacífica» como la Organización de Naciones Unidad, la Convención de Ginebra, la Corte Internacional de la Haya, entre otras, que vienen actuando en la búsqueda de un camino en el que la tolerancia y el consenso sean la vía por donde transite el desarrollo en la nueva época; y las fuerzas que la impulsen sean los procesos de cooperación, solidaridad y de competencia pacifica, producto del desarrollo cultural y social.

            Desde entonces han habido, ciertamente, muchas guerras, y acciones dirigidas a controlar  gobiernos y saquear naciones. Pero estos actos han nacido del propio seno de los pueblos, indiscutiblemente financiados, asesorados y apoyados por gobiernos foráneos. Ejemplo es el caso de Corea donde los EE.UU. entran en combate luego que un gobierno local, no importa si es legítimo o no, pide ayuda. Lo mismo sucedió con Vietnam. En el caso de las dictaduras, al margen de si es justa o no, son el resultado del nivel de evolución cultural de sus pueblos; ejemplo es Chile, no hay duda que el dictador Pinochet, con el  asesoramiento y miles de millones de dólares proporcionados por los EE.UU., asesino a miles de personas, fueron exilados millones de chilenos y liquidó al presidente constitucional Salvador Allende; sin embargo, es un proceso que surge de su propio pueblo y de la capacidad de los mismos en el manejo de sus fuerzas internas.

            La invasión de Iraq a Kuwait es un acto que no corresponde a la filosofía de la nueva época y fue rápidamente suprimida con la acción decidida de las Naciones Unidas. Los enfrentamientos se dieron en el desierto donde no había civiles.

            Y usted preguntará: ¿pero los soldados también son personas? Y le contestaré: Cuando ingresamos a una universidad a estudiar una carrera, que se entiende es productiva, al terminar, nuestra profesión sería la de economistas, biólogos, técnicos; por cuanto al ingresar a un ejercito es claramente un adiestramiento para la muerte, lo que quiere decir que la profesión de sus miembros es la de «Asesinos». Están ahí para morir o matar; lastimosamente, los que, por necesidad, acaban engrosando estos cuerpos, no son los que finalmente se benefician de la sangre derramada. Muy distinto es un «Cuerpo de Defensa» que es lo que se intenta desarrollar en la nueva era junto a la policía y los departamentos de investigación cuyo papel es el de proteger a la sociedad.

            La Guerra que el presidente George Bush de los EE.UU. declara a Iraq en marzo del 2003, en donde el Primer Ministro de Inglaterra, Tony Blair, actúa como jefe de Relaciones Exteriores de la misma y  José María Asnar, de España, como su ayudante, rompe con todas las expectativas hasta ahora trazadas y que lentamente estaban teniendo éxito, en búsqueda de la paz y el progreso social de la humanidad. Ningún grupo social con algún nivel de representatividad en Iraq la pidió; no hay, previo, ninguna sublevación ni mucho menos tiene la aprobación de la ONU ni de su Consejo de Seguridad. Este acto, desde el punto de vista de la geopolítica de los invasores, no se diferencia en nada a lo realizado por el mismo Hussein, hace diez años en contra del pueblo de Kuwait. No se diferencia en nada a la acción de los soldados Franquistas y Hitlerianos en la destrucción total de la población española de Guernica, donde son asesinados mujeres, niños, viejos, profesionales; en fin, no dejaron a nadie ni nada. Ni mucho menos la destrucción, en igualdad de condiciones, de Lídice.

            Y es una gran mentira el afirmar que lo hacen para liberar a dicho pueblo. ¿Quién va a pagar los miles de millones de dólares que cuesta su «liberación»; tanto el costo de la logística militar, como de sus destrozos? ¿Quién va a resucitar a los miles de miles de civiles que morirán y que representa el saldo humano de este atentado a la vida?  Su trascendencia es de tal magnitud, que el Papa Juan Pablo II a pesar de estar enfermo y en edad avanzada, ha tomado enérgicas medidas a favor de la paz, cuyas consecuencias positivas será la luz de este nuevo milenio.

            No hay nadie que no sepa, aunque por intereses diga lo contrario, que es una guerra de saqueo, tan igual a la que hizo Atila, rey de los Hunos, el cual, en sus incursiones desoladoras por las tierras cristianas de Europa, decía «Soy el azote de Dios». O la del pirata Francis Drake, que robó, asesinó y destruyó ciudades, entre ellas Panamá; siendo tan eficiente que lo premiaron con el titulo nobiliario de Sir y los favores especiales de la Reina Isabel de Inglaterra. 

Moisés Pinzón Martínez

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domingo, 27 de abril de 2014

EL NEOFASCISMO PANAMEÑO

EL  NEOFASCISMO PANAMEÑO
Por: Moisés Pinzón Martínez
La Prensa, 25 de abril de 2014...

Desde que adquirimos consciencia de vida colectiva, hace cientos de miles de años, fuimos creando reglas que garantizaran un normal funcionamiento del grupo. Reglas estas que fueron cada vez más especializadas con el nacimiento del pensamiento religioso. El Éxodo de La Biblia, nos presenta una etapa de la humanidad en donde se  instaurando los cimientos de las costumbres, reglas y leyes; siendo los 10 Mandamientos el más antiguo conjunto legal que aún tiene vigencia.

Todos los poderes establecidos, hasta nuestros días, mantuvieron una estrecha relación con los acuerdos sociales de funcionamiento. Cuando estas se fragmentaban, rápidamente había un proceso de destrucción de esos poderes y la creación de nuevos que devolvían a la sociedad el orden. 

La existencia humana ha estado vinculada estrechamente al desarrollo de patrones legales, aún en los casos del más feroz absolutismo. Siendo el Código de Hammurabi (1800 a.C.) uno de los más antiguos encontrados completo; éste, igual que todos los demás son considerados de origen divino.

Según los entendidos, el Fascismo es una forma de gobierno autoritaria, es decir que sus mandos no se atienen a regla ni ley alguna, hacen lo que les da la gana en función de sus intereses muy particulares, fragmentando el orden. El término surge de los gobiernos fundados por Mussolini y Hitler, en Italia y Alemania respectivamente, por lo que observando su actividad podemos definir este concepto. 

Ellos convirtieron el engaño en la norma de comunicación con la sociedad; derogaron las leyes que les representaban obstáculos a sus intereses; suprimieron a sus opositores con chantaje, terror, corrupción y el asesinato; concentraron los poderes del Estado en un solo mando autocrático; realizaron un populismo ficticio en donde las grandes obras ocultaban el verdadero carácter depredador de sus mandatos, generando, en la población, una ilusión de bienestar.

Siendo el Neo-fascismo la forma moderna en que un determinado grupo social interrumpe abruptamente el continuo desenvolvimiento y desarrollo de las normas vigentes, no creando ninguna; la ley está supeditada a intereses arbitrarios.

No tiene sentido repetir los hechos, ya harto conocidos *, que determinan que este gobierno de Ricardo Martinelli  representa, con lujo de detalles, el nacimiento del neo-fascismo panameño. Quedando como único baluarte de la independencia de los poderes, el Tribunal Electoral; al que han tratado, con algún éxito, de absorberlo.

Si se diera el caso que ganaran las elecciones este 4 de mayo -y hay  posibilidad de ello tal cual sucediera con el Duce y el Cabo Alemán-, que Dios nos agarre confesados, porque no existirá razón alguna que les hagan entender que lo actuado en forma irresponsable e irrespetuosa, hasta ahora, no solo fue incorrecto sino que ha sido un exabrupto histórico. Lo que los llevará a conducirse con mayor salvajismo e ilegalidad de lo que han sido hasta ahora.

No cabe duda que por esa vía, el final será su suicidio, como ha sucedido con todos los alacranes que aparecieron en el pasado. El pueblo no tiene nombre y construye su porvenir; estas alimañas tienen nombre y apellido, quedando marcados, junto a sus descendientes, por el resto de los tiempos, en el peor de los casos; y en el mejor, presos y humillados. Este  castigo se está convirtiendo en la modalidad moderna.

Estas palabras, en tono proféticos, las escribimos porque su posible triunfo electoral, lo interpretarán como un rotundo éxito de su diabólica estrategia y tácticas oscuras, plagadas de embustes, que repiten y repetirán sin el más mínimo asco, hasta cuando les llegue su apocalipsis, el que no duden será antes del término de su posible nuevo mandato. El desarrollo de la tecnología moderna garantiza esa velocidad de cambio.

Es por lo que llamamos a votar por Juan Carlos Navarro, el que representa una renovación pos-invasión del Partido Revolucionario Democrático, que no debe ni puede ser obstáculo para ningún sector de la población entregarle su confianza y el voto. Es la única carta viable que los sectores populares y patrióticos  tenemos  para lograr evitar el  desastre que representa la re-elección del autoritarismo. 

Juan Carlos Navarro garantiza el restablecimiento de las normas legales de convivencia que permitirán la continuidad de la maduración de los procesos democráticos; lo que demostró al despojarse de sus aspiraciones personales para tratar de unir a la oposición en un solo frente electoral, actitud esta que sus homólogos no fueron capaces de hacer.
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sábado, 5 de abril de 2014

ODA A LENIN por PABLO NERUDA

ODA A LENIN

La revolución tiene 40 años.
Tiene la edad de una joven madura.
Tiene la edad de las madres hermosas.

Cuando nació,
en el mundo
la noticia se supo
en forma diferente.

-Qué es esto? -se preguntaban los obispos-,
se ha movido la tierra,
no podremos seguir vendiendo el cielo.

Los gobiernos de Europa,
de América ultrajada,
los dictadores turbios,
leían en silencio
las alarmantes comunicaciones.
Por suaves, por profundas
escaleras
subía un telegrama,
como sube la fiebre
en el termómetro:
ya no cabía duda,
el pueblo había vencido,
se transformaba el mundo.

I

Lenin, para cantarte
debo decir adiós a las palabras;
debo escribir con árboles, con ruedas,
con arados, con cereales.
Eres concreto como
los hechos y la tierra.
No existió nunca
un hombre más terreste
que V. Ulianov.
Hay otros hombres altos
que como las iglesias acostumbran
conversar con las nubes,
son altos hombres solitarios.

Lenin sostuvo un pacto con la tierra.

Vio más lejos que nadie.
Los hombres,
los ríos, las colinas,
las estepas,
eran un libro abierto
y él leía,
leía más lejos que todos,
más claro que ninguno.
Él miraba profundo
en el pueblo, en el hombre,
miraba al hombre como a un pozo,
lo examinaba como
si fuera un mineral desconocido
que hubiera descubierto.
Había que sacar las aguas del pozo,
había que elevar la luz dinámica,
el tesoro secreto
de los pueblos,
para que todo germinara y naciera,
para ser dignos del tiempo y de la tierra.

II

Cuidad de confundirlo con un frío ingeniero,
cuidad de confundirlo con un místico ardiente.
Su inteligencia ardió sin ser jamás cenizas,
la muerte no ha helado aún su corazón de fuego.

III

Me gusta ver a Lenin pescando en la transparencia
del lago Razliv, y aquellas aguas son
como un pequeño espejo perdido entre la hierba
del vasto Norte frío y plateado:
soledades aquellas, hurañas soledades,
plantas martirizadas por la noche y la nieve,
el ártico silbido del viento en su cabaña.
Me gusta verlo allí solitario escuchando
el aguacero, el tembloroso vuelo
de las tórtolas,
la intensa pulsación del bosque puro.
Lenin atento al bosque y a la vida,
escuchando los pasos del viento y de la historia
en la solemnidad de la naturaleza.

IV

Fueron algunos hombres sólo estudio,
libro profundo, apasionada ciencia,
y otros hombres tuvieron
como virtud del alma el movimiento.
Lenin tuvo dos alas:
el movimiento y la sabiduría.
Creó en el pensamiento,
descifró los enigmas,
fue rompiendo las máscaras
de la verdad y del hombre
y estaba en todas partes,
estaba al mismo tiempo en todas partes.

V

Así, Lenin, tus manos trabajaron
y tu razón no conoció el descanso
hasta que desde todo el horizonte
se divisó una nueva forma,
era una estatua ensangrentada,
era una victoriosa con harapos,
era una niña bella como la luz,
llena de cicatrices, manchada por el humo.
Desde remotas tierras los pueblos la miraron:
era ella, no cabía duda,
era la Revolución.
El viejo corazón del mundo latió de otra manera.

VI

Lenin, hombre terrestre,
tu hija ha llegado al cielo.
Tu mano
mueve ahora
claras constelaciones.
La misma mano
que firmó decretos
sobre el pan y la tierra
para el pueblo,
la misma mano
se convirtió en planeta:
el hombre que tú hiciste se construyó una estrella.

VII

Todo ha cambiado, pero
fue duro el tiempo
y ásperos los días.
Durante cuarenta años aullaron
los lobos junto a las fronteras:
quisieron derribar la estatua viva,
quisieron calcinar sus ojos verdes,
por hambre y fuego
y gas y muerte
quisieron que muriera
tu hija, Lenin,
la victoria,
la extensa, firme, dulce, fuerte y alta
Unión Soviética.

No pudieron.
Faltó el pan, el carbón,
faltó la vida,
del cielo cayó la lluvia, nieve, sangre,
sobre las pobres casas incendiadas,
pero entre el humo
y a la luz del fuego
los pueblos más remotos vieron la estatua viva
defenderse y crecer crecer crecer
hasta que su valiente corazón
se transformó en metal invulnerable

VIII

Lenin, gracias te damos los lejanos.

Desde entonces, tus decisiones,
desde tus pasos rápidos y tus rápidos ojos
no están los pueblos solos
en la lucha por la alegría.
La inmensa patria dura,
la que aguantó el asedio,
la guerra, la amenaza,
es torre inquebrantable.
Ya no pueden matarla.
Y así viven los hombres
otra vida,
y comen otro pan
con esperanza,
porque en el centro de la tierra existe
la hija de Lenin, clara y decisiva.

IX

Gracias, Lenin,
por la energía y la enseñanza,
gracias por la firmeza,
gracias por  Leningrado y las estepas,
gracias por la batalla y por la paz,
gracias por el trigo infinito,
gracias por las escuelas,
gracias por tus pequeños
titánicos soldados,
gracias por este aire que respiro en tu tierra
que no se parece a otro aire:
es espacio fragante,
es electricidad de enérgicas montañas.

Gracias, Lenin,
por el aire y el pan y la esperanza.


(Pablo Neruda, Navegaciones y regresos)
http://contraazar.blogspot.com/2010/11/oda-lenin.html

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jueves, 20 de marzo de 2014

Elsie Alvarado de Ricord, el lenguaje sexista.

La académica Elsie Alvarado de Ricord comparte con los lectores algunas reflexiones sobre el uso adecuado de la lengua en lo referente al género. Este es un fragmento de una exposición reciente ante los académicos y el público panameño. Y que tuve la increíble suerte de escuchar personalmente en su presentación por ella, en la academia.

ELSIE ALVARADO DE RICORD
Miembro de la Academia Panameña de la Lengua
invest@prensa.com
En cuanto al pasado y el presente de nuestra lengua, leo con frecuencia las declaraciones de ilustres filólogos que hablan con entusiasmo de “la buena salud del español”. Comparto esa opinión, si bien hoy mantengo cierta reserva, ya que la necesaria acometividad contra el lenguaje sexista ha perdido un poco el radar, y no veo un piloto experto que se encargue del timón.
El terreno del lenguaje es infinitamente más complejo de lo que parece, y es muy fácil caer en una selva más oscura que la de Dante en mitad del camino de la vida.
Es ya muy reconocido el mérito del movimiento feminista, de quienes lo iniciaron y quienes lo sostienen, luchando contra la fuerte corriente del machismo universal. Por ese predominio absoluto del varón, que afecta a todas las acciones colectivas e individuales y es socialmente nocivo y bochornoso, la humanidad ha sacrificado el 50% de su potencial.
Los errores del feminismo son nimios si se comparan con los del machismo, y entre estos últimos, los del lenguaje son apenas un reflejo de lo que se da en el mundo referente.

Términos ofensivos a la dignidad femenina, que, en igualdad de condiciones, no se aplican al varón, como los alusivos a Celestina y el celestinaje; refranes: “el hombre sea león, y la mujer, camaleón”; frases hechas: “una triste mujer”; frases célebres, como ésta de Napoleón: “Las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo”; canciones, poemas, relatos, (en que al más diestro se le da como premio a la princesa), nutren su mensaje y forma expresiva en la supuesta inferioridad de la mujer. Contra esto ha luchado el feminismo y habrá que persistir durante mucho tiempo.
Un punto discutible en el que he batallado en congresos, sin despertar interés, es el de la tradicional confección de los diccionarios, que por tradición machista, a la aplicación del orden alfabético estricto sobreponen la preferencia por el género gramatical masculino en palabras que presentan la oposición a/o, como niña/niño, bella/bello, en las cuales, siguiendo el criterio alfabético debería figurar, por orden, la que tiene la a, y añadirse la que tiene la o. Pero no se hace así; la masculina, por serlo, es siempre la primera, incluso en los casos en que la femenina es abrumadoramente más usada, como enfermera; o el adjetivo lesa (crimen de lesa humanidad, lesa patria, lesa majestad). De modo que el pretendido orden alfabético no es tal; los diccionarios responden a un criterio mixto. Tal hecho no constituye un problema grave.
El problema del momento
Con el perdón del cultísimo auditorio, permítaseme partir desde una archiconocida base, para plantear lo que es, en mi opinión, el problema del momento.
Una lengua es un sistema de signos lingüísticos que sirven para la comunicación humana. Cada una de las especies animales tiene una forma de comunicación, pero es entre los humanos donde la facultad del lenguaje se ha desarrollado de manera óptima, con el paralelo desarrollo del pensamiento. Tal es la superioridad que nos privilegia. Así se han constituido las lenguas; muchas, derivadas de un tronco común; otras, desde diversos puntos geográficos.
Los niveles de la lengua, que definen el sistema, son el fonológico, el morfológico y el sintáctico; una vez constituidos, mantienen bastante fijeza.
La comunicación en un mundo cambiante exige una continua adaptación, que implica ajustes y reajustes. Donde se pueden dar estos cambios continuos es en la amplitud del campo léxico-semántico (el del vocabulario), que es como una atmósfera que envuelve a dichos tres niveles (el fonológico, el morfológico y el sintáctico) pero que no se confunde con ellos.
Por eso es posible que ingresen en el Diccionario, como en efecto ingresaron en 1992, 12 mil nuevas acepciones y modificaciones; y que muchos términos caigan en desuso.
Pero cuando se trata del sistema de la lengua, en los planos fonológico, morfológico y sintáctico, no es posible que se elimine una sola letra necesaria del alfabeto, que corresponde a un sonido que está en el lenguaje oral y debe representarse en la escritura, sin que ello ocasione un desastre en el sistema.
Del mismo modo, las normas morfológicas y sintácticas no son imposiciones académicas, sino mecanismos que se fijan porque el uso hace la norma, y por la norma se consolida el sistema.
De allí que en español, las milenarias normas de concordancia no se borran por una simple decisión de los usuarios, y el descalabro que ello acarrearía en el nivel sintáctico podría llevarnos a perder el más precioso tesoro del mundo hispanohablante: la lengua española.
Cada vez que alguien me plantea con preocupación que en Panamá la lengua se va a perder por el empleo de las jergas juveniles, explico que éstas son pasajeras y la lengua permanece; o por lo mal que hablamos el español, explico que el habla vulgar en todos los países es poco estricta, pero que el español estándar es el mismo en todas partes.
Pretendido lenguaje igualitario
Pero ahora hay en nuestro país una situación que sí constituye un problema y he dispuesto, por propia decisión y sin consultar con ningún colega, dar la voz de alarma, lo cual significa que absolutamente ningún colega académico sabe sobre qué voy a hablar ni lo que plantearé; que no lo hago en nombre de la Institución sino en el propio, y que no la Academia, sino mi persona, se constituye en pararrayos del explicable disgusto que provocaré, de lo cual estoy consciente. Retomo el asunto del lenguaje sexista.
No hay nivel ni aspecto del lenguaje que se salve con ese -as, -os, -as del pretendido lenguaje igualitario, que llaman genérico. Empecemos por la morfosintaxis.
En español la abundancia de marcas de género y número es una de las causas de la amplia libertad sintáctica y con ello de la fluidez y la armonía del lenguaje.
En las lenguas que carecen de esas marcas, el hablante está contraído a esquemas bastante rígidos y a la repetición, a veces recargada, de un sujeto. Pero esa fluidez y esa armonía que el español ostenta se están rompiendo precipitadamente.
Una ley que la Asamblea aprobó en el 2000 se refiere al lenguaje sexista en los textos escolares. Y, tal vez por una interpretación equivocada, se ha introducido en el habla panameña un criterio aterrador. Planteé mi desacuerdo en un encuentro feminista al que fui cordialmente invitada, antes de que la ley se aprobara. Una señora me contestó muy cortésmente que respetaba mi opinión, pero no la compartía, porque si a un niño o a una niña se les enseña a hablar así desde pequeños y pequeñas, les será muy fácil aprender.
Pregunto a ustedes qué pensarían de un párrafo como éste que estoy inventando para lectura en un segundo grado de primaria, y que es tan sencillo:
Juan y María van juntos a la escuela. Cada uno lleva su maletín. Ambos son muy estudiosos. Los acompaña una tía, para que no crucen la calle solos.
¿Es muy simple, verdad? Pero, según los nuevos rumbos es totalmente sexista, y por completo inadmisible:
- Juan y María van juntos a la escuela.
- ¿Juntos? Puro machismo: son un niño y una niña. Hay que decir, juntos y juntas.
- Pero si sólo son dos. Tampoco se puede decir: junto y junta.
- Hay que eliminar, para el caso, el adjetivo juntos. No se puede decir. Censurado.
- Cada uno lleva su maletín.
- ¿Cada uno? Machismo: son uno y una.
- Pero no se puede decir cada uno y cada una porque sólo son dos.
- A eliminar de nuevo. Para el caso, no se puede decir cada uno. Censurado.
- Ambos son muy estudiosos .
- ¿Ambos? Machismo: son un niño y una niña.
- Pero no se puede decir ambos y ambas, porque no son cuatro, sino dos. Tampoco ambo y amba.
- A eliminar, para el caso, el adjetivo ambos. No se puede decir, excepto si fueran dos varones. Censurado.
- Los acompaña una tía.
- ¿Los? Machismo. Son un niño y una niña. Tampoco se puede decir los / las porque sólo son dos. Se dirá: Lo / la acompaña una tía.
- Para que no crucen la calle, solos.
- ¿Solos? Machismo; son un niño y una niña. Se dirá : Para que no crucen la calle solo/a.
Un matrimonio entre hombre y mujer no puede emplear el pronombre nosotros.
Una escena en un banco:
- Ella y yo queremos pedir un préstamo.
-¿Son Uds. casados?
- Casados no; casada y casado.
- ¿Usted con otra y ella con otro?
- No. Ella casada conmigo y yo casado con ella.
- ¿Tienen hijos?
- Hijos no.
- ¿Ni uno solo?
- Uno solo sí, y dos niñas.
- Entonces son tres hijos.
- No. Uno y dos.
- ¿Uno y dos no son tres hijos?
- No. Son un hijo y dos hijas. No son tres hijos.
- ¿El hijo es suyo y las hijas de ella?
- No. El hijo es de ella y mío y las hijas de ella y mías.
- ¿Y por qué no dice de nosotros?
- Porque ella y yo no es igual que nosotros. El matrimonio es entre hombre y mujer. Y nosotros es masculino.
Para agravar la situación (como nadie quiere volver a escribir en femenino lo que ha escrito en masculino, por un imperativo de la economía expresiva, para ahorrar tiempo, espacio y esfuerzo) el signo de la arroba -que se usa en las computadoras para las direcciones del correo electrónico- se ha introducido como un virus en el alfabeto y está corroyendo el sistema de escritura y de lectura.
Días atrás me trajeron a la Academia, en consulta, un programa oficial. Y, según otras llamadas desde varios ministerios, esta medida es oficial.
L@s niñ@s.
Pregunté ¿Cómo se lee? Laos niñaos o Loas niñoas? Me dijeron: Los niños y las niñas.
Entonces, de nuestra lectura en línea horizontal progresiva de izquierda a derecha hemos pasado a una lectura que salta atrás, vuelve adelante, y que con dos palabras mal escritas representa cinco.
Y tanta lucha por el alfabeto para quedar con un signo que tiene simultáneamente valor de a y de o, y la mágica virtud de convertir dos palabras en cinco, que se leen hacia adelante y hacia atrás.
Un fin de tragicomedia
En fin, el pretendido lenguaje igualitario, que empezó con una justa lucha dramática, ha terminado en tragicomedia.
Lo que temo es que todos/as nosotros/as nos veremos condenados/as a ser los/as últimos/as usuarios/as de una lengua que fue para los/as hispanoamericanos/as el verdadero tesoro con que fuimos favorecidos/as tras la cruel experiencia a que nos sometieron los/as conquistadores/as españoles/as.
Si es que ya no estamos todos/as, emisores/as y receptores/as, completamente locos/as de tantos/as/os/as.
La lengua española, que encierra un potencial de sonoridad, armonía y fluidez para las hablas, ha engendrado un habla desarticulada, harapienta y tartamuda, que perdió el ataque vocálico dulce propio de las lenguas neolatinas.
Y todo a ciencia y paciencia de 400 millones de usuarios. La experiencia de muchos años de discusión académica en congresos, me dice que este problema sólo podría ser resuelto directamente por la comunidad hispanohablante.

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