El petroleo bajo de precio

«LA MISIÓN DE UN DIRIGENTE ES SER IMPRESCINDIBLE POR EL MENOR TIEMPO POSIBLE.» General Omar Torrijos Herrera.
Hoy Sábado 13 de junio de 2015, a las 8:45 p.m. , luego de 5 meses de tenaz constancia, logramos recibir la visita número 100,000. El 12 de agosto (2 meses) logramos la visita número 200,000. El 21 de septiembre logramos la vista No.300,000. Gracias---Dejaré esta información por un asunto histórico.
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domingo, 3 de noviembre de 2019

Foro de Sau Paulo, Declaración final del XXV Encuantro en Venezuela




DECLARACIÓN FINAL DEL XXV ENCUENTRO 
del Foro de Sau Paulo 
Caracas, República Bolivariana de Venezuela, Julio de 2019

 Las y los delegados al XXV Encuentro del FSP, reunidos en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, cuna del Libertador Simón Bolívar y de su digno continuador, el Comandante Hugo Chávez Frías, en ocasión del 65 aniversario de su natalicio, hemos llegado a las siguientes conclusiones:

Transcurrido un año del XXIV Encuentro de La Habana, se ha profundizado la multifacética ofensiva reaccionaria del imperialismo estadounidense y de la derecha oligárquica aliada. Pero a la vez, América Latina y el Caribe es también escenario de importantes luchas y triunfos populares que han detenido la ofensiva imperial. Los casos recientes de México, Venezuela, Nicaragua y Puerto Rico así lo confirman.

Es urgente retomar la iniciativa con más vigor y eficacia. Ello es posible “cuando hay unidad, dirección política decidida y capaz, objetivos claros de lucha, moral de combate y arraigo en las clases populares”. Esta idea, aprobada por el XXIV Encuentro el pasado año, mantiene total vigencia.

 Pese a que continúan ahondándose los efectos negativos de la concentración de la propiedad, el poder y la riqueza en manos de la minoría privilegiada de siempre, en los países de la región en donde esto ha sucedido crece la protesta social, mientras que las fuerzas de izquierda, populares y progresistas, sobre todo en el campo de los movimientos sociales y populares, enarbolan propuestas anti-neoliberales que debemos estimular y apoyar de forma decidida.

La derecha internacional no cesa en sus planes subversivos; opera de forma articulada para fragmentar y/o debilitar nuestros Estados Nacionales; busca aniquilar o deslegitimar todo proyecto de cambio social que pretenda avanzar por senderos no capitalistas o simplemente post-neoliberales; trabaja sin descanso por erosionar nuestras identidades nacionales, así como los valores culturales que nos dan cohesión social; y acelera los esfuerzos orientados a dividirnos en todos los terrenos.

 Ante el plan desintegrador de la derecha, opongamos el plan integrador, soberano y digno de nuestros pueblos. Frente a los tratados de libre comercio, propiciados por Estados Unidos, fortalezcamos los proyectos de integración soberana como la CELAC, el Alba-TCP, el Mercosur y otras iniciativas integracionistas populares y autonómicas.

La Administración Trump, expresión cabal del Imperio Yanqui y del capitalismo 2 2 transnacional financierizado que hoy predomina, busca revertir, con violencia creciente en todos los ámbitos, la tendencia declinante de su poder relativo como centro hegemónico de la derecha internacional. Unidos, impidamos que logre sus históricos objetivos de dominación sobre las tierras de Nuestra América. Estamos obligados con nuestros pueblos a impedir que la Doctrina Monroe logre sus fines intervencionistas. Frente a la Doctrina Monroe, la Doctrina Bolívar.

 El acumulado político de la izquierda y de las fuerzas populares y progresistas desde 1959 a la fecha, multiplica las esperanzas para sostener que sí es posible vencer toda ofensiva imperial. Lo demuestran hoy la Revolución Bolivariana, la propia Revolución Cubana, la exitosa experiencia política boliviana y la Nicaragua Sandinista.

 Fortalezcamos las luchas por la justicia para todas y todos, por la emancipación social, por la plena soberanía política, la independencia económica y la autodeterminación de nuestros pueblos.

Continuemos construyendo la más amplia unidad antiimperialista y anti-neoliberal, con respeto a la diversidad de los partidos y fuerzas políticas de izquierda y progresistas, de los movimientos sociales y populares que los unen, y los gobiernos de izquierda y progresistas para derrotar la ofensiva imperialista y la profundización y/o restauración del neoliberalismo.

Frente a estas realidades, el XXV Encuentro del FSP convoca, con sentido de urgencia, a fortalecer el movimiento mundial en defensa de la paz, la democracia y las conquistas sociales alcanzadas. La conducta internacional agresiva e irresponsable de la actual Administración de Trump, así lo demanda.

Llama a la promoción de la más amplia solidaridad mundial con la defensa de la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano, y con el derecho de éste a vivir en paz.

 Apoya el diálogo entre el Gobierno Bolivariano y las corrientes opositoras impulsado por el presidente constitucional Nicolás Maduro, porque es una expresión genuina de la democracia y de las libertades existentes en Venezuela, razón por la cual es apoyado mayoritariamente por el pueblo venezolano en función de dirimir las diferencias por la vía constitucional y pacíficamente, sin injerencias extranjeras.

De forma enérgica rechaza las amenazas de intervención militar contra Venezuela y condena en todas las instancias posibles el bloqueo económico, financiero, comercial y el cerco diplomático por parte del gobierno de los Estados Unidos. 3 3 Preservar la paz en Venezuela es preservar la paz en la región y una de las prioridades de los partidos que integramos el Foro de Sau Paulo.


Ratifica las causas justas aprobadas en el XXIII y XXIV Encuentros del Foro Sau Paulo, por considerarlas vigentes. En consecuencia, este XXV Encuentro llama a: 

Reforzar la defensa, como objetivo común, de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada en la II Cumbre de la CELAC. Ello es urgente y vital.

Defender a la CELAC, como mayor acontecimiento unitario de los últimos 200 años y sembrar la idea integracionista en nuestros pueblos.

Repudiar la peligrosa presencia militar de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en el Caribe y el Atlántico, con fines claramente agresivos y de presión sobre nuestras naciones.

Rechazar de forma enérgica la Doctrina Monroe y todas las ideas de EE.UU. acerca de que América Latina y el Caribe es su “patio trasero”.

Concertar, en todo espacio que lo permita, acciones que enfrenten el dominio del Imperialismo yanqui en América Latina y el Caribe.

Conocer con rigor cómo opera la derecha internacional, regional y local contra este continente que defendemos y defenderemos.

Reafirmar la importancia de las relaciones del FSP con los partidos de izquierda de Europa, Asia, África y Medio Oriente.

Denunciar el papel injerencista, al servicio de los EE.UU, de la OEA. Esta sigue operando como fiel ministerio de colonias de los EE.UU, simbolizada por su secretario general Luís Almagro, peón del Imperio.

Condenar la Guerra no Convencional que aplica EE.UU. contra los gobiernos que no se pliegan a sus órdenes e intereses.

Enfrentar de forma enérgica el avance de la derecha sobre nuestros pueblos. Así lo evidencian los gobiernos neoliberales reciclados, autoritarios y profascistas, como los de Bolsonaro en Brasil, Iván Duque en Colombia, y Mario Abdo Benitez en Paraguay, Mauricio Macri en Argentina, Lenin Moreno en Ecuador y Juan Orlando Hernández en Honduras, que destruyen la democracia y los derechos sociales conquistados.

Respaldar al pueblo hondureño por su persistente y valiente lucha en defensa de sus derechos, en contra de las políticas neoliberales y de la corrupción que caracteriza al neoliberalismo, y a favor de la construcción de una alternativa que priorice los intereses mayoritarios del pueblo. La lucha de éste, encabezada por el partido LIBRE, es un ejemplo a seguir por los que padecen las funestas consecuencias del neoliberalismo.

Condenar enérgicamente el genocidio permanente que comete la ultraderecha gobernante en Colombia contra toda expresión organizada del movimiento social y popular, mediante el inaceptable asesinato sistemático de líderes sociales, ex combatientes guerrilleros y sus familiares. Exigir, además, la libertad de Simón Trinidad y los exguerrilleros que continúan en las cárceles.

Exigir al gobierno colombiano el cumplimiento integral de los Acuerdos de Paz, vitales para asegurar que nuestro continente siga siendo zona de paz. De igual manera, respaldamos al partido FARC por su persistente defensa de los Acuerdos y su cumplimiento, lo que constituye una invaluable contribución a la lucha por la paz. Para alcanzar esta paz, demandamos el reinicio inmediato de los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Denunciar la intervención de los EE.UU. en Nicaragua contra la Revolución Sandinista, mediante un inaceptable intento de golpe de Estado, derrotado por el pueblo nicaragüense, cuyo derecho a la paz debe ser defendido por todas y todos. Con sanciones económicas EE.UU no logrará derrotar al heroico pueblo de Sandino.

Ofrecer toda la solidaridad al FMLN, cuya militancia y pueblo son víctimas de agresiones y revanchismo por parte de la derecha local, al servicio de los EE.UU, mediante la violación de derechos conquistados y para deslegitimarlos por la vía judicial, tal y como sucede, con hechos graves de persecución política y violación de los derechos humanos en Ecuador, Brasil, Argentina. La prisión de Lula y Jorge Glas así lo demuestran, como también la persecución judicial contra Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa y Ricardo Patiño. Y exigimos la libertad de todas y todos los presos políticos.

Apoyar la candidatura de Evo Morales y Álvaro García Linera en Bolivia, que con el mayoritario apoyo de su pueblo apuestan a desarrollar en su cuarto mandato la "Agenda del Bicentenario", con el objetivo de terminar de saldar las deudas históricas pendientes de los siglos XIX y XX, y encarar las tareas del siglo XXI en condiciones de independencia económica y plena soberanía política.

Apoyar la fórmula de Daniel Martínez para presidente y Graciela Villar para vicepresidenta de Uruguay, cuyo triunfo garantizaría la continuidad de las politicas a favor del pueblo uruguayo, y de las leyes que benefician a sectores históricamente postergados como las trabajadoras domésticas, los peones rurales o las personas trans. Y la defensa de la soberanía y la democracia en Uruguay que vienen llevando a cabo los gobiernos del Frente Amplio.

Apoyar al movimiento popular de Argentina que ha logrado conformar una alianza unitaria en el Frente de Todos, que lleva como candidato a presidente a Alberto Fernández y como candidata a vicepresidenta a Cristina Fernández de Kirchner, para enfrentar al macrismo y sus políticas de hambre, endeudamiento, represión y entrega de la soberanía, en la próxima contienda electoral de octubre. La derrota de Macri y del neoliberalismo en Argentina sería un triunfo de la integración nuestroamericana y volvería a alentar las luchas y resistencias en el resto de los países.

Rechazar la política de Washington de criminalizar a los emigrantes, sobre todo a los de Centroamérica. En este sentido condenamos y rechazamos el acuerdo de control migratorio entre EEUU y el gobierno de Guatemala, país cuya soberanía es violada y cuyo territorio, con dicho acuerdo, se transformaría en una virtual prisión para los que desean ingresar a EEUU y su pretensión de hacer lo mismo con México.

Apoyar al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo triunfo, con masiva participación popular demostró que no existe fin de ciclo progresista alguno; abrió perspectivas de cambio a favor de las grandes mayorías con el programa de la Cuarta Transformación y puede significar un reimpulso a los procesos de integración regional autónoma y soberana de nuestros pueblos, bajo los principios de libre autodeterminación de los pueblos, no intervención y solución pacífica de los conflictos.

Rechazar toda forma de racismo, discriminación social y discriminación por orientación sexual. En ese sentido apoyar la agenda de lucha por los derechos de la comunidad LGBTTI.

Exigir el respeto a los derechos humanos de las mujeres, violados por las políticas neoliberales. Defender el papel de las mujeres latinoamericanas y caribeñas como constructoras fundamentales de los procesos de cambio emancipatorios, así como de resistencia activa a la contraofensiva neoliberal y a la pérdida de derechos conquistados. Apoyar las masivas movilizaciones feministas en curso en el continente. Sin el aporte de las mujeres será imposible avanzar hacia la verdadera 6 6 independencia de nuestras naciones. Entender que solo podrá triunfar la lucha por la igualdad de género si asumimos la lucha por la igualdad de clases. Solo desterrando el capitalismo será posible eliminar el patriarcado.

Condenar todas las formas de discriminación y violencia hacia la mujer, la exclusión, el tráfico y trata de mujeres y niñas, la explotación sexual, los feminicidios, así como exigir un mayor apoyo y protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

Condenar el narcotráfico, el tráfico de personas y el terrorismo en todas sus formas.

Defender el acceso al agua como derecho humano y como derecho de los pueblos para desarrollar su actividad agrícola, fuente de riqueza y trabajo que asegura la soberanía alimentaria, así como defender el medio ambiente, la tierra y los territorios.

Apoyar las exigencias de los Estados insulares del Caribe a ser resarcidos por los daños de la esclavitud.

Demandar
el fin incondicional, total y definitivo del criminal e incrementado bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los EE.UU contra Cuba, que constituye el principal obstáculo al desarrollo económico y social del país, y una flagrante y masiva violación de los derechos humanos de las cubanas y cubanos. Como parte de su política de cerco a Cuba aplican la Ley Helms Burton y activan el título III, junto a otras medidas hostiles.

Exigir la devolución a Cuba del territorio que ocupa la Base Naval de Guantánamo.

Apoyar el reclamo histórico de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur, Antártida Argentina y espacios marítimos circundantes. Cuestionar, además, el acuerdo entre el actual gobierno de Argentina y el Reino Unido, celebrado en septiembre de 2016 y conocido como "ForadoriDuncan".

Apoyar el derecho al retorno soberano de Bolivia al océano pacífico, en el marco de un nuevo tiempo donde el dialogo entre los pueblos chileno y boliviano construyan un acuerdo solidario, que permita a Bolivia el acceso a un mar para los pueblos que pueda dar mejores días a la población facilitando la explotación de los recursos marítimos, la exportación de productos orgánicos y el encuentro con las culturas de todo el mundo a través de un puerto soberano.

Defender, respetar y garantizar los derechos y la cultura de los pueblos originarios 7 7 y afrodescendientes.

Demandar la descolonización del Caribe y el apoyo decidido a la Independencia de Puerto Rico. Saludamos las multitudinarias manifestaciones del pueblo puertorriqueño contra la corrupción de la administración colonial y anexionista de Ricardo Rosselló, en defensa de la dignidad borinqueña.

Exigir la libertad inmediata de Lula, víctima de un abusivo, ilegal e indignante ejercicio del poder judicial contra él.

Rechazar la política del imperio estadounidense de calificar a Cuba, Nicaragua y Venezuela, como integrantes de un supuesto eje del mal.

Defender, como uno de los objetivos centrales del FSP, la construcción de la unidad antiimperialista y antineoliberal como la táctica y la estrategia de la victoria, en defensa de la soberanía, la independencia, la democracia, la autodeterminación y los derechos humanos en Nuestra América, con real protagonismo político de sus pueblos.

Todo el espectro político del FSP es objetivo priorizado de la estrategia desestabilizadora, orientada a derrotar a los gobiernos de izquierda, populares y progresistas, destruir a sus fuerzas políticas y sociales, y criminalizar y judicializar a sus líderes y liderezas, y a la protesta social.

La identidad del FSP – lo reafirmamos -- tiene que seguir siendo anti-imperialista y anti-neoliberal, de apoyo militante a todos los gobiernos de izquierda, populares y progresistas que están bajo asedio, y de respaldo a las causas justas de los pueblos.

“El mejor modo de decir, es hacer”. Con base en esta máxima martiana, proponemos concentrar los esfuerzos del FSP en las siguientes direcciones principales en los próximos meses:

 - Fortalecerlo como instancia de concertación de esfuerzos, cooperación y solidaridad mutua entre nuestros partidos y movimientos sociales. Para ello será fundamental apoyar, como nuevo momento mundial de intercambio, el Encuentro Antiimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo que tendrá lugar en La Habana, Cuba, entre el 1 y 3 de noviembre próximo, conforme acordó el Grupo de Trabajo en Managua. Asimismo, llamamos a transformar las secretarías regionales del FSP en instrumentos de coordinación y comunicación mucho más eficaces entre nuestros integrantes.

- Multiplicar las acciones de solidaridad mutua, con iniciativas que demuestren la fuerza de nuestras organizaciones y pueblos. En este terreno proponemos incrementar la solidaridad activa con los pueblos y gobiernos de izquierda que están bajo reforzado acecho de los Estados Unidos y la derecha continental. A la vez, llamamos a transformar la solidaridad con todos los dirigentes de izquierda hoy presos o perseguidos, en tema de principio. El caso de Lula muestra lo que podemos hacer en tal sentido.

- Transformar, como acordó el GT en Managua, las tareas de mejoramiento de la comunicación política y formación de nuestros cuadros y militantes en frentes priorizados de trabajo, mediante acciones coordinadas entre nuestras fuerzas. Retomar el estudio y actualización del Consenso de Nuestra América, que condensa los valores y pautas programáticas compartidas por este Foro, lo que será una ocasión oportuna para que las bases lo debatan y lo enriquezcan.

¡Hasta la victoria siempre!
Caracas 28 de julio de 2019

👉DECLARACIÓN FINAL👈   VTV

Declaración final del XXIV encuentro del Foro de Sao Paulo, realizado entre el 15 y 17 de julio 2018 en La Habana, Cuba

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viernes, 20 de julio de 2018

Declaración final del XXIV encuentro del Foro de Sao Paulo, realizado entre el 15 y 17 de julio 2018 en La Habana, Cuba

Declaración final del XXIV encuentro del Foro de Sao Paulo, realizado entre el 15 y 17 de julio 2018 en La Habana, Cuba

1- América Latina y el Caribe viven hoy, 28 años después de haberse fundado el Foro de Sao Paulo, los efectos de una multifacética ofensiva reaccionaria, conservadora y restauradora neoliberal, fruto de intereses convergentes y de esfuerzos combinados entre las élites mundiales del capitalismo transnacional, del gobierno de los EE.UU. como su núcleo hegemónico, y de las clases dominantes aliadas de nuestra región.
2. Esta multifacética ofensiva, ha logrado hacer retroceder a las fuerzas de izquierda y progresistas, mediante el derrocamiento de gobiernos, los golpes parlamentarios y judiciales. La derecha imperial y las oligarquías subordinadas han amplificado para ello los errores y las limitaciones de las fuerzas transformadoras, que sufren reveses y a la vez poseen inmensas potencialidades de lucha. Ello explica en un grado fundamental el cambio adverso en la correlación coyuntural de fuerzas imperante.
Examinar el carácter y la profundidad de los errores e insuficiencias, corresponderá de forma soberana a los partidos políticos y a los movimientos sociales de cada país.
3. El golpe militar y parlamentario contra Zelaya, en Honduras (2009); el golpe parlamentario dado a Lugo, en Paraguay (2012); la derrota electoral de Cristina Kirchner, en Argentina (2015); el Impeachment contra Dilma Rousseff en Brasil (2016), mediante un “golpe parlamentario, judicial y mediático; la victoria de figuras de derecha conservadoras o ultraconservadoras en Chile, Paraguay y Colombia; la condena sin pruebas y prisión de Lula para impedir su candidatura a la presidencia de la Republica del Brasil; las divisiones ostensibles en el campo popular a la hora de encarar las agendas neoliberales restauradas; la descalificación de la política que en importantes países de la región favorecen los planes de la derecha, y el fortalecimiento público de figuras y proyectos de raíz fascista en varios países, constituyen, entre otros muchos, indicadores de la ofensiva neoliberal, que las fuerzas de izquierda están desafiada a revertir a favor de los pueblos.
4. La actuación de la derecha guarda relación directa, con la naturaleza expansionista y depredadora del capitalismo, y con los intereses del capital financiero que lo dominan.
5. Los hechos hablan: entre el último Encuentro del Foro de Sao Paulo (Managua/2017) y este de La Habana (2018), a nivel global se ahondaron los efectos negativos de la concentración de la propiedad, el poder y la riqueza en manos de una élite mundial decidida a imponer, a cualquier precio, mejores condiciones para elevar sus tasas de ganancia
6. Así lo confirman la destrucción de la naturaleza, con efectos negativos crecientes sobre el clima; las tentativas de privatización de los bienes públicos como el agua, la tierra y el petróleo y su uso predatorio por las trasnacionales; las tentativas de privatización de los fondos públicos; el ataque a los derechos laborales y sociales; el incremento insultante de la inequidad y la desigualdad; la destrucción de fuerzas productivas mediante la guerra para animar las economías llamadas centrales; la multiplicación de los flujos migratorios y del sufrimiento que millones de seres humanos padecen al verse obligados a emigrar, y la ofensiva que desarrollan los intereses transnacionales contra la soberanía nacional de nuestras naciones, a fin de facilitar el libre movimiento de los capitales.
7. Estas realidades, agravadas por el peligroso desempeño de la Administración Trump, que busca revertir la tendencia declinante de la hegemonía norteamericana, multiplican los riesgos para la paz mundial y el estatus de América Latina y el Caribe como Zona de Paz. América Latina y el Caribe seguirán siendo prioridad para la política exterior estadounidense, cuyo dominio es de vital importancia en su afán por mantener un insostenible orden mundial unipolar.
8. Los Estados Unidos y sus aliados necesitan consolidar la percepción de que la historia continental entró en una fase regresiva imparable a favor del capitalismo. Aunque la reacción contra los gobiernos progresistas y de izquierda fue inmediato, debido al descredito y el debilitamiento extremo de los partidos políticos de derecha utilizados para imponer la reestructuración neoliberal, los inhabilito como instrumentos capaces de descarrilar las transformaciones sociales impulsadas, según el caso, por los movimientos políticos del Foro de Sao Paulo. De ahí la necesidad de recurrir a la estrategia desestabilizadora que combina la guerra mediática, jurídica y económica, la injerencia externa y la criminalización del movimiento y la protesta social, entre otros, que sirven a los golpes de nuevo tipo (judicial o parlamentario) o la derrota electoral.
Ante esta reacción del imperialismo y las oligarquías locales contra las fuerzas progresistas, rechazamos la idea del “fin de ciclo” con la misma firmeza y convicción con que en su momento lo hicimos con la del “fin de la historia”. Las fuerzas progresistas de América Latina seguiremos luchando por horizontes de un mundo basado en la justicia social.
La Casa Blanca y sus aliados buscan lograr exactamente lo contrario: dividir, cooptar, desmovilizar y generar desánimo. Es razón suficiente para que impongamos con hechos e ideas los verbos de la unidad de la izquierda y el campo popular para organizarse y luchar.
9. Preservar las experiencias de soberanía, de ampliación de la democracia, de gobierno de carácter popular y con proyecciones antiimperialistas, impulsadas por partidos de izquierda y progresistas; ofrecer apoyo decidido y estimular los esfuerzos emancipatorios y los ideales anticapitalistas de los movimientos sociales y populares que así actúan; trabajar con denuedo por consolidar una paz duradera con justicia social e impulsar esfuerzos que permitan avanzar en la integración soberana de la que Martí llamó Nuestra América, se transforman en imperativos políticos y en pruebas de honor para la izquierda continental.
10. Como en 1990, cuando emerge como espacio de concertación y construcción colectiva de la plural izquierda latinoamericana y caribeña, frente a una coyuntura internacional marcada por la incertidumbre y la desorientación que generó la desaparición de la URSS y el llamado campo socialista, el Foro de Sao Paulo siguiendo su tradición de reflexión critica y formulación política se ve de nuevo ante el desafío de examinar con mirada crítica el camino andado, reunificar fuerzas y hacer renovados esfuerzos para seguir construyendo los consensos que exige la ofensiva de la derecha en curso.
11. Los partidos políticos miembros del Foro de Sao Paulo llegan a este XXIV Encuentro con un acumulado político superior, que a su vez se ve multiplicado por la acción articuladora del Foro y, con plena conciencia de la imposibilidad del capitalismo depredador para ofrecer alternativas a la humanidad, lo que genera la rebeldía popular y potencialidades para la acción transformadora del progresismo y la izquierda, si esta se reorganiza, actúa al lado de los movimientos sociales, prepara cuadros y mejora sus proyectos de cambio, algunos de clara orientación socialista. Existen suficientes ejemplos en la historia latinoamericana y caribeña que prueban que cuando hay unidad, dirección política decidida y capaz, objetivos claros de lucha y moral de combate, y arraigo en las clases populares, se multiplican las opciones para contener cualquier ofensiva contra revolucionaria, conservadora y restauradora neoliberal, incluso más, para vencerla.
12. Ceder al derrotismo; auspiciar o tolerar los personalismos y sectarismos que emergen y proliferan en épocas de reveses; aceptar o promover la pérdida de confianza en la capacidad política de nuestros pueblos explotados, no solo sería hoy una afrenta a los héroes y mártires de las luchas por la emancipación del continente, sino una concesión gratuita e innecesaria a los EE.UU. y sus aliados internacionales y locales.
13. Frente al plan del imperialismo por socavar la soberanía de nuestras naciones y tomar control de sus recursos naturales, opongamos con auténtico espíritu internacionalista latinoamericano y caribeño, con firmeza e innegociable sentido de dignidad, el plan emancipador de nuestros nobles pueblos.
14. Trabajemos por fortalecer las luchas por la justicia y emancipación social, por plena soberanía política e independencia económica, por la soberanía de los pueblos y la paz mundial. ¡Reivindicar las mejores experiencias emancipatorias de los movimientos sociales y populares de la región!
En este contexto, los delegados y delgadas e invitados e invitadas al XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, desde La Habana, Cuba, en representación de América Latina y el Caribe, de Asia y África, de Europa y América del Norte:
1. Convocamos a fortalecer el movimiento mundial en defensa de la Paz. La realidad impone sumar fuerzas para presionar, por todos los medios posibles.
2. Advertimos que los representantes del gran capital transnacional – gubernamentales y privados, militares y económicos, mediáticos e ideológicos – están operando con niveles de concertación superiores a los que conocemos. Concluimos, por tanto, que se impone un ejercicio práctico del internacionalismo mutuo entre todas las fuerzas de izquierda de América Latina y el Caribe, Asia, África, Europa y América del Norte.
3. Observamos con preocupación cómo la derecha imperial opera de forma concertada en el Consejo de Seguridad de la ONU; a favor del sionismo en Medio Oriente; para cercar militarmente a Rusia en Eurasia; para impedir que la República Popular China, en Asia, continúe su avance como potencia económica mundial con propuestas de paz y cooperación; para destruir, en América Latina, los proyecto de justicia social, democráticos y de internacionalismo latinoamericano y caribeño que impulsan nuestras fuerzas políticas; y para fragmentar el Caribe mediante distintas fórmulas, incluidas las coloniales como Puerto Rico.
4. Ratificamos la vigencia de las siguientes causas y líneas de actuación reivindicadas por el XXIIIEncuentro del Foro de Sao Paulo, efectuado en Managua el pasado año:
– Convertir la defensa de la CELAC, mayor acontecimiento unitario de los últimos 200 años, en objetivo político prioritario a promover por todos nuestros partidos, movimientos sociales y populares, desde cada escuela, universidad o espacio de creación intelectual. Sembrar la idea integracionista en la conciencia de nuestros pueblos, ya de por sí será un avance frente a la política divisionista impulsada por los Estados Unidos y sus aliados. Confiamos en el valor de las ideas justas: aseguremos que ellas sean escuchadas por cada uno de los gobiernos de Nuestra América.
– Transformar en objetivo de toda la izquierda y de los sectores patriotas y demócratas de América Latina y el Caribe, la defensa intransigente de los presupuestos de la Proclama de América Latina como Zona de Paz.
– Repudiar el militarismo nacido de las entrañas del Imperialismo, que carece de límites y de escrúpulos, es una necesidad política, ligada a la sobrevivencia de nuestros pueblos. Dar forma concreta a este repudio, en cada acción política cotidiana, es una cuestión de principios que ratificamos.
– Rechazar de forma enérgica, la idea absurda e inadmisible de que esta región del mundo pertenece a las élites de poder de los Estados Unidos o de cualquier país del mundo. Que cada día sea para la Casa Blanca un recuerdo concreto de lo afirmado por la II Declaración de La Habana: “… esta gran humanidad ha dicho ¡Basta! y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia…”.
– Concertar en cada espacio internacional que lo permita, por encima de diferencias subalternas de tipo nacional o sectorial, toda acción que debilite los niveles de dominación y hegemonía de los Estados Unidos en nuestros países, es esencial y posible. El Imperio ha optado por priorizar los componentes de la guerra cultural y de símbolos. Rescatemos, como respuesta ofensiva, las tradiciones de libertad de cada uno de nuestros países. Honremos a los que las forjaron. Impidamos que la banalidad cultural del Norte que nos desprecia, se imponga sobre la rica historia de los países que representamos.
– Conocer con rigor cómo está desarrollando la derecha internacional sus planes de desestabilización, contra las experiencias de gobierno y populares de carácter emancipatorio en América Latina y el Caribe, constituye una necesidad de primer orden. Ello será más eficaz si creamos un sólido sistema de intercambio de informaciones y experiencias colectivas. El Foro de Sao Paulo puede jugar en este campo un papel central, en particular haciendo esfuerzos en la formación política.
– Al igual que los delegados al XXIII Encuentro de Managua, por entender que se trata de causas vigentes:
– Reafirmamos la importancia del acercamiento y la acción concertada entre la izquierda de Europa y la de América Latina y el Caribe. Nos comprometemos en esta nueva etapa a tornar más sistemático y eficaz la acción antiimperialista unitaria entre ambas regiones. El PIE y el Foro de Sao Paulo están en condiciones de posibilitar este objetivo.
– Denunciamos, esta vez con razones adicionales, el papel injerencista de la OEA, que sigue siendo utilizada por el gobierno de los Estados Unidos como su Ministerio de Colonias. La actuación de su secretaría general, marcada por una despreciable supeditación a los intereses de la Casa Blanca, así lo prueba todos los días. La OEA, junto al Grupo de Lima, constituyen los Caballos de Troya actuales contra la unidad latinoamericana y caribeña. Hagamos todo lo posible para impedir que continúen su avance destructor.
– Condenamos la guerra no convencional y de amplio espectro, aplicada por el imperialismo yanqui y sus aliados europeos, latinoamericanos y caribeños contra la Revolución Bolivariana. Esta se ha convertido para la Casa Blanca en el objetivo estratégico inmediato a derrotar. Sea para nosotros, por tanto, el objetivo mayor de solidaridad en estas circunstancias. Como hace un año atrás, en Managua, el Foro de Sao Paulo se mantiene en estado de alerta y en sesión permanente de solidaridad internacionalista contra la intervención internacional hacia Venezuela.
– Mantenemos intacta la solidaridad con lo(as) argentinas(os) y brasileñas(os), hondureñas(os) y paraguayas(os) que se resisten a aceptar el retroceso al neoliberalismo en sus respectivos países, luego de experiencias de gobierno que, por caminos propios, buscaron el crecimiento económico, la mejor redistribución de la riqueza, la garantía de derechos sociales, la ampliación de la participación popular y la democracia, asegurar la soberanía nacional y fortalecer la integración regional en el ámbito de los BRICS, todo para combatir las desigualdades sociales, regionales y de genero, el racismo, o que, simplemente, retaron por su política exterior la lógica hegemonista de la política exterior de los Estados Unidos.
– Reafirmamos nuestra absoluta convicción de apostar por la paz, en concordancia con la Declaración de la CELAC, que en enero de 2014 declaró América Latina como zona de paz. Por eso, respaldamos el pedido de las fuerzas políticas y sociales de Colombia para que el gobierno colombiano cumpla con la implementacion de los Acuerdos de la Habana, mantenga abierto el proceso de dialogo con el ELN y de pasos certeros para acabar con el asesinato de ex combatientes y lideres sociales, políticos, ambientales y defensores de DDHH. Denunciamos las acciones de la ultraderecha nacional e internacional para boicotear la Paz. Es evidente que la Casa Blanca, el sionismo internacional y las fuerzas más retrógradas del continente, persisten en lograr que los grupos oligárquicos de Colombia sigan siendo tropa de choque a favor de los intereses transnacionales en América del Sur. Es vital la lucha contra esta estrategia, que ya colocó a uno de los países de la CELAC como miembro de la agresiva OTAN.
– Rechazamos de forma enérgica la política intervencionista de los Estados Unidos en los asuntos internos de la Nicaragua sandinista, país en el que se está implementando la fórmula que viene siendo aplicada por el imperialismo norteamericano a los países que no responden a sus intereses hegemónicos, causando violencia, destrucción y muerte mediante la manipulación y la acción desestabilizadora de los grupos terroristas de la derecha golpista, que boicotean la búsqueda del diálogo, el cual constituye el mejor camino para superar la actual crisis y alcanzar la paz, lo que es indispensable para la continuación del proceso de transformaciones sociales impulsado por el FSLNdesde el gobierno presidido por el Comandante Daniel Ortega y que ha reducido de manera notable la pobreza y la desigualdad social en ese hermano país.
– Nos solidarizamos con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y con el gobierno del compañero presidente Salvador Sánchez Cerén, que enfrentan con energía la guerra mediática, la guerra jurídica, el boicot económico y otras formas de desestabilización, y nos comprometemos a acompañarlos como observadores internacionales en la elección presidencial del 3 de febrero de 2018.
– El XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo convoca y alienta a Bolivia y Chile a encontrar, cuidando las sensibilidades de ambos países, una salida al enclaustramiento marítimo boliviano en base al diálogo y el derecho internacional, y que contribuya a una verdadera integración de nuestros pueblos.
– Renovamos el rechazo del Foro de Sao Paulo a la política de la Casa Blanca, que criminaliza a los emigrantes latinoamericanos y caribeños y, de manera particular, a los hermanos centroamericanos. Un mundo sin fronteras y con ciudadanía universal es el norte de nuestra lucha emancipatoria.
– Rechazamos cualquier forma de racismo, intolerancia y discriminación. Impulsamos el ejercicio pleno de los derechos económicos, culturales, sociales y políticos de las mujeres, y la eliminación de la cultura patriarcal.
– Demandamos la retirada de las fuerzas de la MINUSTAH que, siguiendo un mandato del antidemocrático Consejo de Seguridad de la ONU, mantienen ocupado Haití desde hace más de una década.
– Condenamos el narcotráfico, el tráfico de personas y el terrorismo, y denunciamos la doble moral de un sistema que dice combatir al crimen organizado, mientras protege a sus grandes promotores y principales responsables. Defendemos el cultivo legal y el uso tradicional benéfico de la hoja de coca.
– Proclamamos el acceso al agua como derecho humano y los demás bienes comunes (tierra, aire puro, energía etc.,) luchamos contra la depredación del medio ambiente, la amenaza a la biodiversidad y al ecosistema en general.
– Apoyamos las exigencias de los pequeños Estados insulares del Caribe a ser resarcidos por los daños humanos de la esclavitud y a acceder a recursos que permitan su resiliencia frente al cambio climático.
– Demandamos el levantamiento incondicional, total y definitivo del bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y la indemnización al pueblo cubano por los daños y perjuicios causados por más de medio siglo de agresiones de todo tipo.
– Exigimos la devolución al pueblo de Cuba del territorio ocupado por la ilegal base naval estadounidense en Guantánamo.
– Apoyamos el reclamo histórico de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
– Exigimos la eliminación de todas las bases militares estadounidenses que existen en la región (77en total, que junto a la IV Flota, cubren todo el espacio regional), y de todas las bases militares extranjeras de cualquier país, dondequiera que se encuentren.
– Defendemos los derechos y las culturas de los pueblos originarios y afrodescendientes, y asumimos sus luchas para la restitución y ejercicio pleno de sus derechos históricos.
– Demandamos la descolonización total del Caribe y apoyamos de manera particular la independencia de Puerto Rico, al conmemorarse el 25 de julio de 2017, ciento veinte años de la invasión militar estadounidense contra esta nación caribeña. Asimismo, nos pronunciamos por la eliminación de toda forma de coloniaje y neocoloniaje.
– Respaldamos, en apego a la autodeterminación de los pueblos, la postulación del presidente Evo Morales habilitado constitucionalmente y respaldado por la Convención Americana para las elecciones de 2019, y rechazamos los planes desestabilizadores impulsados por la derecha de ese país, la OEA y la embajada de Estados Unidos.
– Exigimos la libertad inmediata de Lula, después de una condena y prisión sin pruebas y el derecho a ser candidato presidencial en las elecciones de octubre en Brasil, respetándose la voluntad de la mayoría del pueblo brasilero.
Lula Live! Lula Inocente! Lula Presidente!
5. Como hace un año atrás, ratificamos que América Latina y el Caribe siguen en pie de lucha!. Y mantienen la decisión de actuar con optimismo, decisión y mayor sentido unitario.