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MUERTE DEL GENERAL TORRIJOS
¿Accidente o magnicidio?
Hoy, 31 de julio recordamos la muerte, en un supuesto accidente aéreo, del general Omar Torrijos Herrera. En ese momento me encontraba como productor de noticias de RPC televisión, con Justo Fidel Palacios como director. De inmediato hicimos los movimientos, para ir al teatro del suceso e informar, con más claridad, sobre lo ocurrido.
Al momento de estrellarse la avioneta identificada como FAP-205, Torrijos contaba con 52 años. El cuerpo sin vida, del ex jefe del Gobierno, fue encontrado en una zona selvática y de geografía quebrada, teniendo como culpable al cerro Martha, muy cerca de la región de Coclesito, ubicada a unos noventa kilómetros al oeste de la capital. En la búsqueda de los restos del aparato siniestrado de la Fuerza Aérea Panameña, FAP, participaron aviones civiles y militares de Panamá y de Estados Unidos.
Reconozco que el lugar se había maquillado, para dar la impresión de un accidente. Se cortó parte de la vegetación cercana al pico más alto del cerro; se notaron restos diversos del avión. En un aparte, y sin que los equipos de seguridad lo notaran, le preguntamos a un lugareño. “Sentí que hubo dos explosiones; vimos un avión en llamas en el aire y luego el ruido al caer”, contestó el campesino, quien pidió reserva de la identidad.
¡Claro está que al momento de difundir el audio y el video hubo una distorsión tecnológica para proteger la identidad! La muerte del militar generó dudas y hubo muchas versiones donde destacaban que allí hubo un magnicidio. Incluso, el hermano mayor de Torrijos, ya muerto Moisés Torrijos insistió, siempre, en que lo habían asesinado. El escritor John Perkins relató en su libro Confesiones de un Sicario Económico, que la muerte de Torrijos no fue accidental. Él asegura que fue asesinado, para evitar las negociaciones de Torrijos con los japoneses, quienes proponían la construcción de un canal a nivel por Panamá. Se destaca que, durante la invasión a Panamá, esos documentos relacionados con el accidente de Torrijos desaparecieron; nunca fueron encontrados.
También es importante señalar que, durante el juicio contra el general Manuel Antonio Noriega su abogado Frank Rubino dijo: “el general Noriega tiene en su poder documentos que demuestran los atentados sufridos por él y Torrijos, todo orquestado por agencias del Gobierno de Estados Unidos”. Por asuntos de seguridad nacional, el juez no admitió esas pruebas. Así como muchos tienen sus dudas sobre lo que en realidad ocurrió aquel 31 de julio de 1981, debo resaltar las mías. Estoy de acuerdo con los escépticos en este caso; estuve en el sitio donde se estrelló el avión de Torrijos. Dos semanas después del hecho son suficientes, para haber preparado el terreno y dar la impresión de que fue un accidente y no un atentado. Por aquellas fechas, en mayo de 1981, en un accidente aéreo, que tuvo como culpable a otro cerro, también murió el presidente de Ecuador Jaime Roldós.
Sobre ese hecho también se culpó al brazo de inteligencia de Los Estados Unidos de América. Dentro de pocas horas estaré en el aula máxima de la Universidad Santa María La Antigua presentando el libro de Guillermo Cochez. Allí, este dirigente narra acontecimientos sobre qué se proponía Torrijos en los próximos días. Una de sus medidas era anunciar su retiro y el de varios miembros del Estado Mayor de la Guardia Nacional. Esa acción era para darle cumplimiento al repliegue total de los militares y que los civiles asumieran el poder, de forma total.
La conclusión a la que nos lleva el libro de Cochez es que a Torrijos lo asesinaron ¿Y qué piensa usted, comparte la tesis que Torrijos fue asesinado?
El autor es periodista y docente universitario
